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Posible división chiíta complicaría seguridad en Irak

Bagdad(AP). Una previsible división entre los dos partidos chiítas que dominan el gobierno de Irak pone en riesgo los esfuerzos para la aprobación parlamentaria de un acuerdo de seguridad con Estados Unidos, y podría provocar una profunda lucha por el poder en el sur iraquí, de mayoría chiíta.

El primer ministro Nuri al-Maliki, del Partido Dawa, y el líder del Consejo Islámico Iraquí, Abdul-Aziz al-Hakim, han sido aliados desde el 2003 cuando cayó el régimen sunita encabezado por Saddam Hussein.

Ahora están cada vez más separados por una creciente rivalidad, despertando el espectro de un debilitamiento en el frente chiíta antes de elecciones determinantes del próximo año.

El acuerdo de seguridad, logrado después de meses de difíciles negociaciones, permitirá que las tropas estadounidenses continúen en el país después que expire el mandato de las Naciones Unidas el 31 de diciembre. Es primordial para Estados Unidos que se garantice la seguridad en Irak hasta que las fuerzas del gobierno tengan la capacidad de hacerse cargo de los combates contra los insurgentes.

Se ha elaborado un borrador y el gobierno se prepara a presentarlo al parlamento para su aprobación final, que los funcionarios estadounidenses no ven con certeza.

Aunque el acuerdo podría ser aprobado por una mayoría de 275 miembros en el parlamento, al-Maliki sólo presentará el proyecto si está convencido de que recibirá el respaldo de dos tercios, lo cual le permitiría desechar a los críticos tanto aquí como en los países vecinos, tales como Irán y Siria, según colaboradores de al-Maliki, quienes hablaron a condición de mantenerse anónimos porque no están autorizados a hablar de la estrategia.

Para obtener dos tercios, el acuerdo necesitará los 30 votos del Consejo Supremo.

La secretaria de Estado, Condoleezza Rice, abordó el asunto por teléfono el miércoles por la noche con el vicepresidente iraquí Adil Abdul-Mahdi, un alto miembro del Consejo Supremo.

Entretanto en Washington, el secretario de Defensa Robert Gates llamaba a líderes del Congreso a fin de que respalden el acuerdo.

Pero el consejo ha dicho muy poco en público sobre las negociaciones, una postura que un alto colaborador del líder partidario al-Hakim dijo, tenía por objeto distanciar a su partido del acuerdo si acaso provocase considerable oposición.