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Presidente sirio admite errores en las fuerzas de seguridad

BEIRUT (AP). El presidente sirio admitió que las fuerzas de seguridad cometieron errores al enfrentar el levantamiento contra su régimen y atribuyó en parte a policías mal entrenados las 850 muertes que ha causado la represión en los últimos dos meses.

Los comentarios del presidente Bashar Assad, difundidos el miércoles por el diario privado Al-Watan, tienen lugar en momentos en que, según un activista por los derechos humanos, las fuerzas sirias usaron ametralladoras pesadas para atacar un vecindario en la ciudad de Homs.

De todos modos, su comentario fue una rara admisión de fallas en el poderoso aparato de seguridad sirio. Assad dijo que miles de policías estaban recibiendo nuevo entrenamiento.

Las principales organizaciones de defensa de los derechos humanos afirmaron que el aplastamiento de la oposición ordenada por Assad ha dejado más de 850 muertos desde que comenzaron las protestas a mediados de marzo.

El sitio más reciente en observar un duro ataque contra la disidencia fue la población occidental de Talkalaj. Algunos activistas aseveran que unas 27 personas han muerto desde la semana pasada.

La represión brutal en Siria ha suscitado condenas internacionales y Estados Unidos y la Unión Europea planean nuevas sanciones contra sus líderes.

El gobierno suizo restringió el miércoles la venta de armas a Siria, congeló los bienes sirios y prohibió los viajes a Suiza a 13 altos funcionarios de ese país.

Sin embargo, Assad recibió el miércoles el apoyo de un viejo aliado cuando el presidente ruso, Dimitry Medvedev, dijo que Moscú no apoyará ninguna resolución de Naciones Unidas que abra las puertas a interferencias en los asuntos internos sirios.

Medvedev dijo que se debe dar a Assad la oportunidad de instrumentar sus promesas de reformas.

La oposición siria convocó el miércoles a una huelga general para protestar contra el régimen, pero el llamamiento no tuvo mayor eco. Las escuelas y los comercios abrieron en la capital, Damasco y en otras ciudades bajo estrictas medidas de seguridad.

El llamamiento al paro fue un intento de las fuerzas de oposición de atacar el régimen desde nuevos ángulos, pero la reacción sugiere que Assad todavía mantiene apoyo en la comunidad empresarial y que la campaña de intimidación da resultados.

FUENTE: Agencia AP