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Solicitudes de asilo de afganos alcanzan cifra más alta en 2011

KABUL ( AP ). El número de afganos que huyó del país en 2011 en busca de asilo rebasó al de otros años desde el comienzo de la guerra hace una década, en un indicio de que muchos han recurrido a sus propias estrategias para emigrar conforme se acerca el retiro de la fuerza internacional.

De enero a noviembre, más de 30.000 afganos solicitaron asilo político en el mundo, un aumento de 25% sobre igual periodo de 2010, y la cifra triplica a la de hace cuatro años, según estadísticas de las Naciones Unidas que obtuvo The Associated Press antes de que sean difundidas en fecha posterior en 2012.

A fin de que los saquen del país _o a su hijos en la mayoría de los casos_, muchos afganos han recurrido a los traficantes de personas, cuya actividad se ha vuelto rentable y compleja. Los interesados están dispuestos a pagar desde unos cuantos cientos de dólares para que los crucen a Irán o Pakistán o hasta 25.000 dólares por documentos falsos y vuelos hasta ciudades como Londres y Estocolmo.

Cientos de refugiados también regresan cada año, pero sus números disminuyen en tanto que aumentan las peticiones de asilo.

Ambas tendencias ponen de relieve las preocupaciones de los afganos con vistas al 2014, año en el que las fuerzas militares de Estados Unidos y la OTAN transferirán la seguridad al ejército y la policía de Afganistán.

La cifra verdadera de personas que han abandonado Afganistán posiblemente sea mayor, debido a que quienes fueron trasladados de manera eficaz al exterior a menudo quedan ocultos en la economía informal. Sin embargo, el gran aumento en un indicador duro, como el de los solicitantes de asilo, deja entrever que la cifra total va al alza.

Trasladar de contrabando a personas de Afganistán a la vecina Pakistán es una actividad criminal que recauda 1.000 millones de dólares al año, según cálculos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.

Quienes pagan para salir de su país a menudo afrontan viajes peligrosos y que se les detenga en el exterior, debido a que muchas naciones desarrolladas no los consideran refugiados políticos, sino emigrantes ilegales con motivos económicos.

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