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Sondeo AP-GfK: Un público malhumorado sigue con Obama

WASHINGTON ( AP ). El presidente Barack Obama sigue gozando de la aprobación de la mayoría estadounidense, aunque el país es cada vez más pesimista.

El público quedó un poco más pesimista el último mes en una amplia variedad de temas, entre ellos la guerra y la economía, continuando la tendencia aparecida desde que Obama llegó a la Casa Blanca, indica el último sondeo de Associated Press-GfK.

Ello ocurre cuando el mandatario intenta reactivar la maltrecha economía, considera enviar refuerzos a Afganistán, trata de reformar la sanidad y espera lograr un acuerdo sobre el cambio climático.

Empero, los estadounidenses son ahora más pesimistas sobre el rumbo del país que en octubre. No aprueban la forma como Obama maneja la economía y, lo que es más grave, más gente ha perdido la confianza a lo largo del último vez en las habilidades del comandante supremo de las fuerzas estadounidenses para salir de las guerras de Irak y Afganistán. En general, se trata de un pesimismo prevaleciente en torno al estado de la nación.

Esa actitud del público no es un buen augurio para un presidente que intenta llenar una ambiciosa agenda nacional al mismo tiempo que libra dos guerras en el extranjero, ni tampoco para un Partido Demócrata que el año próximo encara unas delicadas elecciones para renovar la totalidad de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado. En general, en esas elecciones el partido que ocupa la Casa Blanca suele perder representación en el Congreso y las gobernadurías.

Los resultados resaltan la rapidez con la que puede cambiar el panorama político, una lección que tiene esperanzados a los republicanos tras ganar la semana pasada las gobernadurías de Virginia y Nueva Jersey, ambas en manos de demócratas.

Apenas hace un año que Obama llegó a la Casa Blanca en una barrida electoral y los demócratas consolidaron su mayoría en el Congreso. El país rezumaba optimismo en casi todos los campos cuando el mandatario juró el cargo.

En aquel entonces, la esperanza y el cambio eran las consignas de rigor. Empero, el cambio no ocurrió de la noche a la mañana al desvanecerse la retórica electoral ante las realidades que impone gobernar. Y la esperanza se evaporó en un país que siempre se aferró a ella como a un clavo al rojo vivo.

Ahora, la popularidad de Obama llega al 54%, prácticamente la misma que en octubre pero muy distante del 74% de enero poco antes de llegar al poder. Y el 56% de los encuestados sostienen que el país va por el rumbo equivocado, frente al 51% del mes pasado y el 49% del primer mes de Obama como presidente.

Con mucho, la economía en el tema dominante entre los estadounidenses. El desempleo creció en octubre al 10,2% pese a las tesis gubernamentales de brotes verdes y un incipiente repunte respaldado por la tesis de muchos economistas de que la recesión ha terminado.

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