La policía sudafricana disparó balas de goma y lanzó granadas aturdidoras el martes para dispersar a estudiantes que protestaban en el campus de una universidad en Johannesburgo.
Los choques ocurrieron en la Universidad de Witwatersrand, que anunció que iba a reabrir tras haber cerrado a causa de protestas a veces violentas en favor de la educación gratuita.
Adam Habib, el vicerrector de la universidad, dijo que la policía y guardias de seguridad privada estarían presentes "para ayudar a recuperar nuestro campus" a nombre del personal y los estudiantes que deseaban volver a las clases.
Protestas similares continuaban en la Universidad de Ciudad del Cabo.
El presidente Jacob Zuma dijo que las protestas han causado alrededor de 44 millones de dólares en daños a la propiedad y amenazan con sabotear el sistema de educación superior del país.
El gobierno dice que cubrirá los incrementos de las matrículas en el 20177 para muchos estudiantes con limitados recursos.