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Tillerson pide equilibrio entre seguridad y valores de EEUU

Estados Unidos no siempre puede condicionar sus relaciones exteriores y sus esfuerzos de seguridad nacional a que otros países adopten valores estadounidenses como los derechos humanos, según dijo el miércoles el secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, reflejando cómo se aplicará en el frente diplomático el lema “Estados Unidos primero”.

Tillerson ofreció un discurso ante empleados del Departamento de Estado ansiosos por conocer detalles sobre los cambios de prioridades del gobierno.

El secretario de Estado no dio detalles sobre los 2.300 empleos que pretende eliminar del Departamento ni de cómo podría afectar a las operaciones su propuesta de reducir el presupuesto en aproximadamente un cuarto.

Sin embargo, sí reconoció la inquietud generalizada por los cambios y prometió que los diplomáticos disfrutarán de una “carrera mucho más satisfactoria, plena” tras las reformas.

Aunque dejó sin responder las cuestiones clave a nivel administrativo, el diplomático de mayor rango de Estados Unidos sí dio la explicación más detallada hasta la fecha sobre lo que supone el lema “Estados Unidos primero” del presidente, Donald Trump, adoptado durante la campaña e incorporado a la Casa Blanca.

En las últimas dos décadas, afirmó, Washington ha “perdido de vista” si las alianzas tras la Guerra Fría siguen sirviendo a los intereses de Estados Unidos.

El ex director general de Exxon Mobil distinguió entre “valores” estadounidenses que describió como duraderos, y “políticas” que, según Tillerson, deben adaptarse a los tiempos.

“En algunas circunstancias, si uno condiciona nuestros esfuerzos de seguridad nacional a que alguien adopte nuestros valores, probablemente no podamos alcanzar nuestros objetivos de seguridad nacional”, dijo Tillerson. “Pone trabas a nuestra capacidad de avanzar en nuestros intereses de seguridad nacional, nuestros intereses económicos”

Aun así, insistió en que Estados Unidos no abandonará sus valores centrales. En algunos casos, señaló, el país debe exigir, y así lo hará, que otros países adopten “ciertas acciones en cuanto a cómo tratan a la gente” si quieren cooperar con Estados Unidos. En otros casos, Washington seguirá defendiendo sus valores sin emplearlos como condición.

“No significa que dejemos de lado estos valores”, afirmó Tillerson. “No significa que no defendamos y aspiremos a la libertad, la dignidad humana y el trato a la gente en todo el mundo”.

Grupos de derechos y legisladores de ambos partidos han expresado su preocupación por la pérdida de énfasis del gobierno en derechos humanos, señalando a las cordiales interacciones de Trump con gobernantes en países como Filipinas o Egipto, que han sufrido retrocesos democráticos en los últimos años.

Las declaraciones de Tillerson reforzaron la percepción de que durante el mandato de Trump, Washington está dispuesta a llegar a acuerdos y colaborar de cerca con gobiernos que no mejoren su respeto a los derechos humanos.

Tillerson, que habló sin notas mientras caminaba por el escenario, habló sobre varios lugares de interés en todo el mundo, y comentó algunas de sus iniciativas diplomáticas hasta el momento.

Sobre Rusia, Tillerson dijo que “no hay apenas confianza” entre las dos mayores potencias nucleares del mundo, pero que el gobierno intenta reconstruirla tratando de uno en uno los temas que surgen. El primero sobre la mesa es Siria, donde Washington y Moscú buscan un alto el fuego que perdure.

Sobre los dos vecinos más cercanos de Estados Unidos, señaló que México y Canadá “están listos para participar en un esfuerzo de buena fe” para actualizar sus relaciones comerciales con Estados Unidos. Trump ha insistido en renegociar o cancelar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, y Tillerson señaló que los lazos con ambos países no son “tan sólidos como parece en ocasiones”.

En cuanto a Asia, dijo que Estados Unidos ha preparado nuevas sanciones sobre Corea del Norte. Washington tomará medidas contra países que no apliquen las sanciones existentes de Naciones Unidas a los negocios con Pyongyang, añadió. El gobierno estudia además una nueva estrategia en las relaciones con China y el mes que viene podría celebrar su primera sesión de un diálogo diplomático y de seguridad con importantes funcionarios chinos.

Tillerson hizo sus declaraciones mientras prepara una gran reestructuración y recortes, un plan que ha avivado el temor de demócratas y republicanos a que el gobierno esté rebajando la importancia de la ayuda y la diplomacia.

Al tiempo que Tillerson ha propuesto rebajar en un 26% el presupuesto, Trump hace presión para aumentar de forma considerable los fondos del Pentágono y ya ha obtenido luz verde en el Congreso para ampliar en miles de millones de dólares el financiamiento militar.

Tillerson dijo que no hay “nada fácil” en lo que intenta hacer, admitiendo que la reforma afectaría a diplomáticos que sirven en el extranjero y a sus familias. Pidió a los empleados que participasen, a través de un sondeo y otros métodos, para ayudar a dar forma al rumbo futuro de la agencia. El Departamento de Estado tiene unos 75.000 empleados en todo el mundo.

“Puedo prometerles que cuando todo esto se haya hecho, tendrán una carrera mucho más satisfactoria, plena”, dijo el secretario de Estado “porque se sentirán mejor sobre lo que hacen”.

FUENTE: AP