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Tragedia de PR, un “asunto personal” para los neoyorquinos

Nueva York, donde vive la comunidad puertorriqueña más grande que hay fuera de la isla, está enviando algo más que plegarias tras el paso del huracán María.

La ciudad y el estado de Nueva York están aportando cientos de trabajadores y ayuda. El gobernador del estado Andrew Cuomo tomó el primer vuelo autorizado a ir a la isla tras el paso del devastador temporal la semana pasada y la presidenta del Concejo Municipal Melissa Mark-Viverito se sumó el fin de semana a una cantidad de empleados municipales que coordinaron el envío de asistencia a la isla, donde vive su madre.

“Me dice todos los días que no me preocupe por ella, pero aumenta el nivel de desesperación”, expresó Mark-Viverito el miércoles con voz entrecortada. Su madre está con amigos ya que el edificio donde vive sufrió averías y no tiene luz, e hizo cola por cinco horas para conseguir gasolina.

El asambleísta estatal Marcos Crespo todavía no se ha podido comunicar con su madre y recibe constantemente llamadas de gente que trata de contactarse con sus seres queridos.

“Lo que me da fuerzas es saber cuánta gente está dispuesta a ayudar”, declaró Crespo, quien es demócrata, lo mismo que Cuomo y Mark-Viverito.

Nueva York tiene fuertes vínculos con Puerto Rico. La isla se encuentra a 2.575 kilómetros (1.600 millas), pero el millón de personas de ascendencia puertorriqueña que residen en el estado la sienten mucho más cerca.

“Esto es un asunto personal”, expresó Cuomo el miércoles. “Todo lo que este estado pueda hacer, lo va a hacer”.

Nueva York se comprometió a enviar cientos de soldados y trabajadores, y está organizando el envío de ayuda digna de un pequeño ejército: 34.000 botellas de agua, 10.000 raciones de comida imperecedera, 1.400 catres, 500 linternas, 10 generadores de electricidad y cuatro helicópteros Black Hawk. Jennifer López, artista neoyorquina de ascendencia puertorriqueña, donó un millón de dólares en una conferencia de prensa junto a Cuomo el domingo.

En la ciudad de Nueva York viven unas 700.000 personas de ascendencia puertorriqueña, lo que implica que uno de cada 12 residentes es de origen boricua. La población puertorriqueña de Nueva York es casi el doble que la de la capital de la isla, San Juan.

Ya se encuentran en Puerto Rico más de 140 bomberos, policías y otros trabajadores de Nueva York, ayudando en las tareas de recuperación, y el alcalde demócrata Bill de Blasio dijo que la ciudad se prepara para recibir una gran cantidad de puertorriqueños que se van de la isla.

El gobernador puertorriqueño Ricardo Rosselló y la comisionada residente Jennifer González, que representa a la isla ante la Cámara de Representantes y el gobierno de Estados Unidos, han elogiado la ayuda del gobierno estadounidense, pero al mismo tiempo han surgido quejas de que no está a la altura de los esfuerzos para asistir a las víctimas de los huracanes que azotaron la parte continental del país.

María pasó por Puerto Rico la semana pasada, mató a al menos 16 personas y dejó a casi toda la población de 3,4 millones de habitantes sin electricidad ni agua.

“Lo sentimos con mucha fuerza aquí”, declaró Edwin Meléndez, director del Centro para Estudios de Puerto Rico en el Hunter College de Nueva York. El portal del centro se ha caído varias veces desde que publicó una lista con instrucciones sobre cómo donar dinero y artículos, señaló.

La población puertorriqueña de Nueva York creció significativamente a partir de las décadas de 1950 y 1960, en que mucha gente se fue de la isla en busca de mejores oportunidades económicas. Numerosas familias ya llevan varias generaciones aquí, pero siguen identificándose con la cultura boricua y se describen como “nuyoricans”. El desfile anual puertorriqueño es uno de los más grandes de la ciudad.

Los políticos tienen bien presente la importancia de la comunidad puertorriqueña y varios viajan todos los años a San Juan para participar en una conferencia sobre temas de importancia para los hispanos llamada Somos El Futuro.

Puerto Rico es un estado libre asociado de Estados Unidos. Los puertorriqueños de la isla no pueden votar en las elecciones estadounidense, pero sí pueden hacerlo si se mudan a la parte continental.

“Eso moviliza a la comunidad puertorriqueña de Estados Unidos. Tenemos que hablar por los ciudadanos de Puerto Rico”, sostuvo Arlene Dávila, antropóloga y profesora de la Universidad de Nueva York nacida en Puerto Rico.

Si bien la ayuda a la isla puede tener motivaciones políticas, el profesor de ciencias políticas del Baruch College Douglas Muzzion cree que es una asistencia “interesada pero con una cuota de sinceridad”.

“Afecta no solo a los hispanos”, dijo Muzzio, cuyo yerno es puertorriqueño y no ha podido contactarse con una tía en la isla.

Durante una visita a un departamento de bomberos el sábado, el alcalde de Blasio dijo que los neoyorquinos están firmemente con Puerto Rico.

“Cuando Puerto Rico pregunta, ¿dónde está la ciudad de Nueva York cuando la necesitamos?’, nosotros respondemos, ‘Presente’”.

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Klepper informó desde Albany, capital del estado de Nueva York. La reportera de la Associated Press Claudia Torrens colaboró en este despacho.

FUENTE: AP