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Venezuela y Estados Unidos en conflicto diplomático

CARACAS (AFP). El presidente venezolano Hugo Chávez avivó su larga batalla contra el gobierno de Estados Unidos acusándolo de estar detrás de un plan para derrocarlo y matarlo, dio 72 horas para abandonar el país al embajador de Washington en Caracas y mandó a los "yanquis de mierda" al "carajo".

Como era de esperar, el viernes, Estados Unidos respondió echando del país al embajador venezolano, Bernardo Alvarez. Además, el departamento del Tesoro anunció el congelamiento de los activos de tres funcionarios venezolanos acusándolos de colaborar con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Las denuncias de un supuesto plan de golpe de Estado y de magnicidio salieron a la luz el jueves en un programa de televisión, que presentó unas grabaciones en las cuales militares retirados y en activo preparaban una conspiración.

A partir de ese momento, Chávez, respaldado unánimemente por su gobierno y su partido, el PSUV (socialista), acusó directamente a Estados Unidos y a su presidente, George W. Bush, de estar detrás del complot.

"Quiero evitar la guerra civil en Venezuela y que me maten. No temo por mí, sino por lo que vendría después", aseguró el mandatario, quien ya fue objeto de un golpe de Estado fallido en 2002.

Para la prensa local, este intento de golpe de Estado mereció un espacio limitado. Los tres grandes diarios venezolanos consagran este viernes más atención a la expulsión del embajador estadounidense Patrick Duddy, que a la conspiración contra Chávez.

"Expulsado embajador de EU", titula Ultimas Noticias. "Presidente Chávez expulsó al embajador de EU", se lee en la primera página de El Nacional. "El oficialismo actúa en bloque sobre supuesto plan conspirativo", encabeza El Universal.

Este último diario da más importancia al llamado juicio del maletín que se celebra en Miami, sobre el envío de 800,000 dólares desde Venezuela a Argentina en 2007 que habrían servido para apoyar la campaña presidencial de Cristina Kirchner.

Chávez consideró que a los planes de Estados Unidos para acabar con su gobierno se suman ataques del "imperio" en "países hermanos" como Bolivia, Guatemala o Paraguay.

El mandatario venezolano aseguró que no dudará en "apoyar cualquier movimiento armado en Bolivia" si el presidente Evo Morales es derrocado o asesinado.

"Váyanse al carajo, yanquis de mierda (...) Déjennos tranquilos construir nuestra propia historia", lanzó el mandatario en un acto de su partido el jueves por la noche.

Al mismo tiempo, varios de los militares supuestamente implicados en este intento de golpe de Estado fueron detenidos o interrogados. Otros, como el vicealmirante de la Marina retirado Carlos Millán Millán, rechazó las acusaciones y aseguró que no tiene intenciones de huir del país.

"Ya hay algunos detenidos y otros están huyendo como las ratas, pero no podrán con Venezuela los yanquis y pitiyanquis (...) Los próximos días, las próximas semanas van a ser difíciles, pero resistiremos la agresión imperialista", lanzó el presidente ante centenares de adeptos que acudieron al palacio presidencial el jueves por la noche a mostrarle su apoyo.

El viernes, Mario Silva, el periodista y también candidato en las elecciones regionales de noviembre que desveló el plan de magnicidio, compareció ante la Asamblea Nacional (Parlamento), en su mayoría oficialista, para dar explicaciones sobre cómo obtuvo las grabaciones, aunque no reveló sus fuentes.

"Aquí está en juego la vida de seres humanos, no sólo del líder fundamental de la revolución. Si llegaran a asesinarlo esto se va a convertir en un baño de sangre porque el pueblo va a salir a la calle. Con eso juega la ultraderecha, con la vida de los venezolanos", aseguró.

La tensión entre los partidarios de Chávez y sus detractores va en aumento conforme se acerca la fecha de las elecciones regionales y municipales del 23 de noviembre.

Los directivos del PSUV han llamado al pueblo a salir a la calle para defender al presidente, mientras la oposición denuncia que el gobierno desea desviar la atención de la ciudadanía de los asuntos verdaderamente importantes.

Actualmente, la oposición sólo gobierna en dos estados aunque otro pequeño grupo está en manos de disidentes del chavismo. Los sondeos recientes indican que podría ganar entre cinco y ocho estados en los comicios de este año.

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