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Violencia empaña votación por autonomía en Bolivia

SANTA CRUZ, Bolivia (AP). Bandos rivales en el referendo sobre un gobierno autonómico se enfrascaron en enfrentamientos con palos y piedras en algunos lugares del departamento de Santa Cruz, pero las autoridades electorales aseguraron que el 91% de las mesas funcionaron con normalidad.

Informes recabados por la AP con fuentes oficiales y médicas indicaron que unas 25 personas resultaron heridas, en su mayoría en Montero, ciudad vecina a Santa Cruz. Un médico del hospital estatal dijo que atendieron a por lo menos 18 personas.

También se registraron marchas en La Paz, Cochabamba, Oruro y Potosí, mientras en Sucre la marcha fue de apoyo a la autonomía cruceña.

Los reportes indican que no hubo violencia en esas manifestaciones, con excepción de la realizada en El Alto, vecino a La Paz, donde los participantes, afines al gobierno, atacaron el canal de televisión del gobernador José Luis Paredes, señalado de apoyar a los autonomistas.

En la ciudad de Santa Cruz, donde se concentra el grueso del electorado, la jornada transcurrió en calma. El presidente de la Corte Electoral del departamento, Mario Orlando Parada, dijo que el 91% de las mesas funcionaron con normalidad, que la violencia fue "focalizada" y alentada por grupos afines al gobierno.

El prefecto (gobernador) de Santa Cruz, Rubén Costas dijo que la jornada era un éxito y calificó los incidentes de "aislados".

"Esto es una revolución en paz... yo diría que renace una Bolivia por decisión propia, ya no por discurso", declaró a periodistas.

En la primera mesa escrutada, de 43 votantes, 38 votaron por el "si" y 5 por el "no" dijo la emisora Fides. Varias encuestas anticiparon que el estatuto tendría un apoyo cercano al 70% sobre todo en la capital del departamento donde viven más de un millón de personas.

Pocos policías resguardaron las calles debido a que el referendo no tiene el apoyo del gobierno de La Paz del que depende el mando policial.

En La Paz, el ministro de Gobierno, Alfredo Rada dijo que "carece de falsedad cualquier evaluación que diga que la jornada fue tranquila y exitosa". "Hubo confrontación, violencia e irregularidades", acotó.

En la localidad rural de San Julián, un reducto del presidente Evo Morales, campesinos mayormente migrantes del interior y vecinos no permitieron la votación. Quemaron urnas, papeletas de sufragio y cortaron la principal ruta.

En el Plan Tres Mil, una barriada pobre de Santa Cruz, se registraron batallas campales en las calles entre bandos rivales. Aunque hay gente que apoya el estatuto, una mayoría la rechaza en este barrio habitado por migrantes del interior o hijos de ellos.

Al caminar por las calles sucias y malolientes se palpa que la disputa por la autonomía no sólo enfrenta al gobierno con los influyentes grupos económicos de la región, también la confrontación es entre ricos y pobres, entre cambas (cruceño) y collas (del occidente).

"Yo soy camba, mis padres son del interior (occidente), y mi padre se saco la mugre trabajando en el campo y los cívicos (autonomistas) dicen ahora: collas de m..., váyanse, eso no me gusta, eso me duele. No soy masista (simpatizante del gobierno)", dijo a la AP, Alfredo Blanco un soldador de 35 años.

"Todos somos cruceños aquí en el Plan Tres Mil y defendemos a Santa Cruz, pero no a estos maleantes (líderes autonomistas). Esa es la diferencia. Queremos una Santa cruz, digna, no de pícaros", expresó Eduardo Quispe, taxista de 46 años y padre de 4 hijos.

Vecinos de la barriada dicen que el proyecto de estatuto no fue consultado a todos los sectores representativos de la región.

Santa Cruz contribuye con el 30% del producto interno bruto del país y siempre abogó por una mayor descentralización del gobierno central, pero a partir de la llegada de Morales al poder sus líderes reivindican autonomía y el referendo en votación no fue concertado con el gobierno central. Morales calificó de ilegal y separatista el proyecto varias veces.

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