Bruselas Internacionales - 

Vuelo de Air France estaba lejos del alcance de radares

BRUSELAS (AP). Antes de desaparecer, el vuelo 447 de Air France volaba cientos de kilómetros (millas) fuera del área de cobertura de la estación de radar más cercana, algo que decenas de vuelos comerciales hacen todos los días sobre los océanos del mundo.

Sobre esas aguas vastas, los pilotos obedecen a reglas de navegación y seguridad diferentes porque están tan lejos de tierra firme que los controladores de tráfico aéreo pueden estar imposibilitados para ubicar su posición con exactitud.

Aún no se sabe gran parte de lo que pasó al vuelo 447, mayormente porque el avión volaba por una zona remota entre Brasil y Africa occidental. En esa región, las tripulaciones nunca están fuera del alcance de las comunicaciones radiales con tierra, pero los radares no los pueden detectar hasta que se acerquen a la costa.

La ruta escogida no es inusual y los pilotos de vuelos de larga duración suelen estar fuera del alcance de los radares varias horas seguidas. La cobertura de los radares sobre los océanos suele extenderse a unos 300 kilómetros (200 millas) desde la costa. Por este enorme espacio sin radar, las tripulaciones deben tomar precauciones que son muy distintas a las de los vuelos sobre tierra. En lugar de estar separados por unos 8 a 16 kilómetros (5 a 10 millas) como sobre tierra, los vuelos transoceánicos deben llevar 20 minutos de diferencia, el equivalente de 148 kilómetros (80 millas náuticas), para evitar colisiones.

También varían las técnicas de navegación. Mientras que sobre tierra se usan señales de radio para marcar el camino, los controladores de vuelo determinan un camino hacia el este y otro hacia el oeste cada día, basados en reportes del clima y otros datos. Los aviones se siguen unos a otros por estos senderos.

"No es posible monitorear a estos vuelos simplemente porque no hay dónde instalar los radares que se necesitan para cubrir todo el espacio transatlántico", dijo un funcionario de la agencia de aviación europea, Eurocontrol, a quien las reglas de la institución no permiten identificar.

Los radares ubicados en Islandia, las islas Azores, Irlanda y el extremo oriental de Canadá cubren sólo una porción menor de las rutas oceánicas, agregó.

Los pilotos pueden hablar con controladores aéreos pero no con radios VHF de uso común, porque no funcionan en rutas transoceánicas debido a la curvatura de la tierra. Deben limitarse a radios HF, que son más vulnerable a las interferencias.

Los aviones actuales también tienen un vínculo de datos digital que transmite y recibe mensajes automáticamente, los que se usan para determinar la posición aproximada de la aeronave.

FUENTE: Agencia AP