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La controvertida ley sobre testamento biológico llega al Parlamento italiano

El Parlamento italiano comienza hoy el proceso de aprobación de una de las leyes más controvertidas, la que establece el testamento biológico, después de años de debate y polémicos casos de ciudadanos que fueron ayudados a morir.

Eluana Englaro, Piergiorgio Welby y, el último, Fabiano Antoniani, han sido algunos de los nombres de quienes eligieron terminar con su vida en los últimos años y cuya decisión planteó una amplia discusión en el país.

La norma que llega para su lectura y aprobación a la Cámara de los diputados parte del proyecto popular que depositó hace tres años la Asociación Luca Coscioni y es una síntesis de otras 16 propuestas de ley presentada a la comisión parlamentaria de Asuntos sociales.

El texto prevé la posibilidad de disponer de un testamento biológico, vinculante para el médico y los familiares y que incluya la posibilidad de renunciar a la nutrición e hidratación artificial.

El proyecto de ley no prevé la petición de la sedación profunda terminal, que lleva a la muerte del paciente, ni el llamado suicido asistido o la despenalización de la asistencia médica a la muerte voluntaria, es decir la eutanasia activa.

Por ello, el texto lo consideran incompleto asociaciones como Luca Coscioni, que luchan por el derecho a la eutanasia.

Partidos del centroderecha y parlamentarios católicos la han criticado duramente, han pedido que el médico pueda elegir no aplicar la voluntad del paciente y consideran que la nutrición artificial es un tratamiento vital y no una terapia y por ello no puede ser retirada.

Los puntos más controvertidos del texto son los que prevén "que ningún tratamiento sanitario pueda ser iniciado o continuado sin el libre consentimiento del paciente, excepto en los casos previstos por la ley".

En este sentido, "el consentimiento incluye la nutrición o hidratación artificial", pero "no puede suponer un abandono terapéutico".

El médico "debe respetar la voluntad expresada por el paciente de rechazar este tratamiento o renunciar al mismo y por tanto esta exento de responsabilidad civil o penal".

Establece la posibilidad de una "Disposición Anticipada de Tratamiento (DAT), donde indicar estas voluntades ante una eventualidad o nombrar a una persona que decida, que tendrá que ser autentificada ante notario, un funcionario publico o un médico.

La tramitación de la norma se espera sea larga y difícil ya que muchos políticos de diferentes áreas la han calificado de contradictoria y se esperan numerosas enmiendas.

Y hay contradicciones, como acerca de la actuación del médico, ya que en un artículo se pide "respetar la voluntad expresada por el paciente".

Pero en otro se dice que "en situaciones de emergencia o de urgencia el médico debe asegurar la asistencia sanitaria indispensable" y también que "las DAT pueden ser en parte o totalmente no aplicadas por el médico de acuerdo con la persona de confianza del paciente si en el acto de firma del testamento no existían esas practicas".

El debate parlamentario comienza dos semanas después del caso de Fabiano Antoniani, un pinchadiscos de 39 años que quedó ciego y tetrapléjico tras un accidente automovilístico y que decidió acudir a una clínica suiza para morir tras numerosas peticiones, incluso al presidente de la República italiana, para poder poner fin a su "calvario" en su país.

El caso recordó al de Beppino Englaro: un tribunal autorizó que se dejase de alimentar a su hija Eluana, que llevaba 17 años en coma; el Gobierno de Silvio Berlusconi aprobó una ley en pocas horas para detenerlo, pero el entonces presidente de la República, Giorgio Napolitano, rehusó firmarlo y la mujer murió en 2009.

FUENTE: EFE