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Las fuerzas iraquíes controlan un puente clave en Mosul

Las fuerzas iraquíes anunciaron el lunes que controlaban un primer puente sobre el río Tigris en Mosul, en el noveno día de su ofensiva para recuperar el oeste de la segunda ciudad de Irak al grupo Estado Islámico (EI).

Este puente era impracticable después de haber sido alcanzado por los bombardeos.

El hecho de controlarlo permitirá establecer un puente flotante en las cercanías, lo que aumentará las opciones del ejército para atacar los últimos barrios que siguen en manos del EI en el oeste de Mosul, según responsables militares.

Las tropas controlan "el acceso al oeste del puente", lo que significa que "el puente está bajo nuestro control a ambos lados", informó a la AFP el general Yahya Rasool, portavoz del mando militar.

Las fuerzas iraquíes conquistaron a finales de enero la parte oriental de Mosul, tres meses después del lanzamiento de una amplia ofensiva para reconquistar el último feudo del EI en Irak.

El 19 de febrero, lanzaron una nueva fase para controlar la zona oeste de Mosul, donde el EI está más implantado. Desde entonces, las tropas han ido avanzado de forma relativamente rápida, con la toma del aeropuerto, una base adyacente y tres barrios en el sur y el oeste, según el ejército.

Las fuerzas iraquíes creen sin embargo que la resistencia de los yihadistas será más importante en los barrios más poblados del centro, principalmente en el casco viejo. Por el momento, no se ha difundido ningún balance de muertos ni heridos, ni de un bando ni del otro.

Este "cuarto puente", como es llamado, es el más meridional de los cinco que cruzan el Tigris a su paso por la ciudad. Estos puentes han sido todos dañados, ya sea por los bombardeos de la aviación iraquí o de la coalición internacional dirigida por Estados Unidos, o por acciones de sabotaje del EI.

El objetivo de las unidades de ingeniería de las fuerzas iraquíes es instalar rápidamente un puente provisional que permita "trasladar material y municiones" de una orilla a otra, según el coronel Falah al Wabdan, de las Fuerzas de Reacción Rápida del ministerio del Interior.

Hace un año, la instalación de un puente de este tipo fue considerada como una etapa determinante para arrebatar la ciudad de Ramadi a los yihadistas, en el oeste de Irak.

Quedan unos 2.000 yihadistas en el sector oeste de Mosul, según estimaciones estadounidenses. Estos combatientes pueden sin embargo provocar importantes pérdidas si aplican sus acciones habituales de guerrilla, como los atentados suicidas o el uso de artefactos explosivos.

Además, el avance de las tropas de Bagdad podría verse frenado si los yihadistas utilizan a los habitantes del sector como escudos humanos.

Estos últimos días, cientos de civiles han huido, a medida de que las fuerzas iraquíes progresaban, para refugiarse en el exterior de la ciudad o en zonas del este bajo control iraquí.

"Estamos muy preocupados por las cerca de 800.000 personas atrapadas en las condiciones más precarias", declaró el domingo a la AFP Karl Schembri, portavoz del Consejo Noruego para los Refugiados (NRC).

El EI controló durante un tiempo un tercio de Irak, pero en estos dos últimos años ha ido perdiendo terreno, gracias a las múltiples ofensivas, apoyadas por la aviación y por consejeros en el terreno de la coalición internacional dirigida por Washington.

La pérdida de la totalidad de la ciudad de Mosul supondría un grave revés para el grupo yihadista, que solo tendría bajo su control una región alrededor de Hawija, a 180 km al sudeste de Mosul, la ciudad de Tal Afar, al oeste, y localidades en el oeste del país.

FUENTE: AFP

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