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Aún hoy cuesta hablar de ataques en escuelas sobre 9/11

ATLANTA ( AP ). Hace casi tres años, el profesor de secundaria Jerry Swiatek llegó a dar su clase del 11 de septiembre cuando escuchó por primera vez a alumnos de primer año decir que jamás habían visto imágenes de los aviones que se estrellaban contra las Torres Gemelas.

Cada ciclo escolar desde entonces, aumentan los estudiantes de 15 años que lo dejan perplejo porque expresan lo mismo: que desconocen la experiencia de haber presenciado las escenas de horror cuando se derrumban las torres.

El suceso quedó grabado para siempre en las mentes de los maestros, pero el fatídico 11 de septiembre de 2001 no figura en el recuerdo de la mayoría de estos jóvenes.

Los estudiantes del último año de la secundaria en este 2011 iban en segundo de primaria hace una década, es decir, tenían siete años.

Sus recuerdos del día de los ataques son borrosos en el mejor de los casos. En contraste una profesora llora mientras la abraza otra colega y la retiran del auditorio en cuyos monitores se exhibían las escenas de horror. Para los chicos menores, el acontecimiento es incluso más distante.

" Sólo han escuchado algo (del 11 de septiembre), están conscientes de los cambios ocurridos en nuestro país, pero sus padres nunca les han permitido ver las imágenes ", dijo Swiatek, quien es maestro principalmente de alumnos de primer año de la secundaria en el condado rural de Citrus, en Florida.

Cada año cerca del 11 de septiembre, Swiatek difunde cortos noticiosos de los momentos de las torres envueltas en llamas, imágenes que dejan atónitos a los estudiantes. " Los estudiantes que nunca vieron el hecho no podían creer lo que estaban presenciando. Yo estaba algo preocupado ".

Hoy los profesores afrontan el desafío gigantesco de cómo explicar la trascendencia del 11 de septiembre a los estudiantes que ni recuerdan cuando las personas podían caminar sin problemas hasta la puerta del aeropuerto o cuando el nombre de Osama bin Laden era desconocido.

Cualquier explicación no es sencilla y tampoco sería permanente a medida que cambia el discurso del país en torno a los ataques.

Este año, los estudiantes de todo el país asistirán a asambleas, observarán minutos de silencio y tendrán clases de historia así como de estudios sociales enfocados en los hechos del 11 de septiembre.

Los alumnos escucharán los relatos de profesores y conversarán con sobrevivientes o parientes de las víctimas.

Los estudiantes leerán titulares estridentes de primera página estridentes con letras gigantes como "IMPENSABLE", "ACTO DE GUERRA".

Aunque ha pasado una década, sólo unas cuantas escuelas y distritos escolares tienen un plan de estudios para la enseñanza del 11 de septiembre. A diferencia de Pearl Harbor, o los asesinatos del reverendo Martin Luther King hijo y del presidente John F. Kennedy, la historia del 11 de septiembre no ha terminado de escribirse y persisten las secuelas de ese hecho en el país.

Nueva Jersey presentó su nuevo plan de estudios de este año con motivo del décimo aniversario de los ataques, un plan de lecciones elaborado por familiares de víctimas del 11 de septiembre y la Comisión de Nueva Jersey para la Educación sobre el Holocausto.

El plan incluye 56 lecciones _con un inicio sencillo que aumenta de complejidad y profundidad en cada grado_ y enfatiza a los estudiantes jóvenes en los aspectos positivos derivados de la tragedia. El análisis de la historia del terrorismo y otras lecciones complicadas se reservan para los estudiantes mayores.

Las lecciones recomiendan la ejecución de tareas, como la creación de arte sobre la tolerancia o proyectos de servicio para honrar o recordar a las víctimas.

"En realidad queríamos algo con un enfoque más amplio, para el contexto del 11 de septiembre", dijo Donna Gaffney, cofundadora de la Iniciativa Acción 4, que conjunta los materiales.

En 2009, las escuelas de la ciudad de Nueva York emprendieron lo que se pensó sería el primer plan educativo integral piloto enfocado en los ataques.

El Fideicomiso de Educación 11 de Septiembre, con sede en Nueva Jersey, creó el plan de estudios que también fue probado en escuelas en California, Alabama, Indiana, Illinois y Kansas. Utiliza videos y entrevistas sobre los ataques, incluye ejercicios interactivos como que los estudiantes tracen un mapa de la actividad terrorista mundial con el programa del Google Earth.

Algunos grupos sin fines de lucro, como el Fideicomiso de Educación 11 de Septiembre que fundó Anthony Gardner, cuyo hermano Harvey, de 30 años, pereció en las torres, han presentado programas de lecciones que tienen aceptación, pero no generalizada. Incluso el Departamento de Estado desarrolló materiales para los profesores.

"Se trata de un proceso largo lograr que el programa llegue a las manos de los profesores para que éstos se sientan listos a fin de llevarlo a los estudiantes", dijo Gardner, quien dijo que su plan de estudios es utilizado de manera parcial en al menos 2.000 escuelas en el orbe. "Quizá para el 25to aniversario estén listos los programas que satisfagan las necesidades".

En la mayoría de los casos, los estados y distritos escolares dejan que los profesores decidan sobre la enseñanza del suceso, lo cual podría implicar que algunos estudiantes jamás se enteren del acontecimiento.

Algunos profesores podrían evitar el tema, porque les preocupan las reacciones que puedan tener los estudiantes jóvenes o porque les cuesta hablar del asunto, dijo la maestra de quinto grado Carla Kolodey, de Louisville, Kentucky.

Kolodey comienza sus lecciones con una descripción de la vida antes del 11 se septiembre y después advierte a sus alumnos que el contenido de las imágenes que habrá de mostrarles podrían ser difícil y desagradable.

Les indica que pueden abandonar el salón si lo necesitan y les muestra imágenes de televisión así como recortes de diarios relacionados a los ataques. Trae a personas para que den alguna plática sobre algún pariente que murió en las torres o que hayan tenido alguna vivencia especial ese día.

"He tenido chicos con lágrimas que se ponen de pie, se retiran y se calman juntos", dijo Kolodey, de 31 años, cuyo libro de texto de estudios sociales dedica sólo una página al 11 de septiembre.

"Me he conmovido en la clase y le tuve que decir a mis alumnos que me diesen un momento para serenarme", relató.