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Siete muertos por deslizamiento en poblado indígena colombiano

BOGOTA (AP). Al menos siete personas murieron el viernes y dos más están desaparecidas en un poblado indígena debido un deslizamiento de tierra que sepultó al menos dos viviendas en una región del noreste del país, informaron las autoridades.

Con el nuevo derrumbe, la segunda temporada de lluvias que comenzó el 1 de septiembre, ya ha provocado la muerte de 155 personas, dijo en diálogo telefónico Carlos Iván Márquez, director de la agencia nacional de atención de desastres. En el mismo lapso del 2010 murieron 80 personas, según ha dicho Márquez.

La agencia nacional informó en un comunicado que además hay seis personas, incluyendo un niño, que están desaparecidas desde la noche del jueves en la zona de Guachaca, en el departamento del Magdalena y a unos 750 kilómetros al norte de Bogotá. En la zona se registró una crecida del río Guachaca, que dañó al menos 60 casas.

El desplome de piedras y lodo que provocó la muerte de siete personas se produjo aproximadamente a las 07:00 am del viernes en una zona rural del municipio de Riosucio, en el departamento de Caldas y a 140 kilómetros al noroeste de Bogotá.

"Ya se han recuperado siete cuerpos y se trabaja en la búsqueda de otros dos", dijo telefónicamente Félix Giraldo, jefe de la oficina de atención de desastres del departamento de Caldas.

Las autoridades no ofrecieron de inmediato las identidades o género de las víctimas que serían de la etnia Embera del resguardo "San Lorenzo", dijo Márquez.

El gobierno del presidente Juan Manuel Santos ha llamado a gobernadores y alcaldes a estar atentos y evacuar a poblaciones en zonas de riesgo debido a la intensidad de las lluvias y a que la tierra está saturada por los aguaceros de fines del 2010 y comienzos de este año.

En Colombia se presentan dos temporadas de lluvias: la primera desde fines de marzo hasta fines de junio y la segunda a partir de septiembre. Pero según meteorólogos, el fenómeno de La Niña que vivió el país a fines del 2010 y que se extendió hasta inicios del 2011 fue la más fuerte que haya vivido Colombia en más de cuatro décadas.