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El papa Francisco se reúne con juez argentino

El papa Francisco se reunió el lunes con un juez argentino que desempeñó un papel crucial en las recientes declaraciones de culpabilidad de dos ex oficiales militares por uno de los asesinatos más notorios de la Guerra Sucia en Argentina.

Enrique Angelelli, obispo de La Rioja e izquierdista confeso, fue asesinado el 4 de agosto de 1976 en un choque vehicular, poco después de que los militares tomaron el poder en la nación sudamericana y comenzaron la eliminación de presuntos "subversivos" de izquierda.

Durante décadas, funcionarios insistieron en que la muerte fue accidental. Pero el caso fue reabierto en 2010 después de que un ex sacerdote que viajaba con el obispo dijo que el automóvil había sido obligado a salir del camino.

El juez Daniel Rubén Herrera Piedrabuena de La Rioja ordenó nuevas investigaciones del hecho por parte de expertos y determinó que Angelelli fue asesinado.

Una corte de La Rioja estuvo de acuerdo con el fallo en julio y sentenció al ex jefe militar Luciano Benjamín Menéndez y al ex vice comodoro Luis Fernando Estrella a cadena perpetua.

El Vaticano no proporcionó detalles de la reunión del pontífice el lunes con el juez Herrera. Pero anteriormente este año, la Santa Sede dio a la corte documentos del Vaticano que muestran que Angelelli había advertido a Roma respecto a sus problemas con los militares.

En un despacho al nuncio apostólico en Buenos Aires enviado un mes antes de su muerte, Angelelli se quejaba de que "mucha gente honorable" estaba siendo encarcelada y que los militares estaban justificando sus tortuosas maneras de proceder bajo el argumento de que tenían que "matar a los enemigos de Dios y del país".

Jorge Mario Bergoglio, el futuro papa, era el líder jesuita en Argentina en ese momento y tenía buenas relaciones con Angelelli, aunque no adoptó la Teología de la Liberación de influencia socialista a la que el obispo era adepto.

Sin embargo, Bergoglio intervino a solicitud de Angelelli para dar albergue a tres seminaristas que estaban en la mira de los mismos escuadrones de la muerte que habían matado a algunos trabajadores católicos laicos en La Rioja.

Bergoglio ocultó a los tres en su seminario en Buenos Aires justo en los momentos en que Angelelli era asesinado.

Cuando la Iglesia argentina finalmente admitió en 2006 que Angelelli probablemente había sido asesinado, el entonces cardenal Bergoglio celebró una misa en La Rioja y llamó "mártir" al obispo en el primer homenaje oficial de la Iglesia a él.