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Martinelli, entre economía floreciente y escándalo de escuchas

PANAMÁ (AFP). El presidente panameño Ricardo Martinelli inicia 2011 con una expectativa de alto crecimiento económico, pero su situación dista de ser confortable por las denuncias de intento de espionaje a opositores, que lo acusan además de gobernar el país como si fuera uno de sus supermercados.

Panamá, con una expansión prevista cercana a un 7%, será uno de los países latinoamericanos que más crezca en 2011, en buena medida por gigantescas inversiones en obras públicas.

"La inversión del canal (en actual fase de ampliación) y la inversión pública en infraestructura" son los principales indicadores del crecimiento para 2011, dijo a la AFP el ex presidente panameño, Nicolás Ardito (1984-1985), quien dirige el Centro Nacional de la Competencia.

El gobierno ya tiene incluido en los presupuestos múltiples trabajos, entre ellos su obra estrella, el metro capitalino, dentro de un plan gubernamental que supera los USD 14.000 millones.

La inversión directa, (alcanzó más de USD 1.100 millones durante el primer semestre de 2010), el turismo (se estima que los ingresos superen los USD 1.500 millones) y el repunte gradual del comercio exterior son otros factores para el optimismo, según Ardito, Sin embargo, ese panorama de tranquilidad que debería acompañar al presidente Martinelli pudiera verse empañado por el escándalo desatado luego de la revelación por parte de Wikileaks de que el jefe de Estado habría pedido ayuda a Estados Unidos para realizar escuchas telefónicas a opositores.

"Estamos frente a un señor muy autoritario que piensa que un país se puede manejar como se maneja un supermercado (Martinelli es dueño de una de las cadenas de supermercados más importantes del país)", dijo a la AFP el líder de la oposición, Mitchel Doens.

"Cuando hablamos de lo que es la institucionalidad, la democracia, la justicia, la separación de los poderes y la libertad de expresión vemos que han caído desde que Martinelli tomó las riendas del Estado", añadió.

"Lo que están tratando (en el gobierno) es de perseguir a las fuerzas populares que levantan la bandera de la transformación para erradicar todo este tipo de podredumbre que nos agobia", dijo el dirigente sindical, Saúl Méndez.Sin embargo, los analistas no tienen tan claro que la popularidad de Martinelli (en torno al 60% según las encuestas) vaya a decaer por los cables de Wikileaks.

En cambio creen más factible un descenso ocasionado por el alza del costo de la vida, la inseguridad o los problemas en la redistribución del creciente ingreso nacional.

La denuncia sobre intento de espionaje "puede afectar su popularidad en términos restringidos, pero no en términos globales, ya que para muchas personas este tema (el de las escuchas) no lo ven como relevantes porque no afecta a su vida más cotidiana" dijo a la AFP el sociólogo Raúl Leís.

"Le podría afectar en algún caso si afloraran temas muy delicados como el Canal, pero su popularidad no cae por una publicación como esta", sostuvo a su turno el analista político Edwin Cabrera, quien recordó que el oficialismo es mayoritario en la Asamblea ante un hipotético juicio al mandatario.

Sin embargo persiste la inquietud por eventuales futuras revelaciones. "Quedan muchos cables aún por salir. Así que estamos a la espera del chaparrón porque a cada uno le va a tocar su pedazo", dijo el analista internacional, Marco Gandásegui.

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