GASTRONOMÍA Cocina - 

Pizza cubana y pasta criolla: un taller estudiará legado italiano en la isla

El evento gastronómico "Cuba Sabe", que celebrará su segunda edición en enero próximo, se acercará a la herencia culinaria de Italia en el país caribeño, que con la célebre pizza cubana y los espaguetis criollos ha hecho suyos algunos de los platos tradicionales de ese país mediterráneo.

Se trata de una iniciativa que propone defender, actualizar y divulgar la gastronomía de la isla, un "ajiaco" (potaje o guiso) cultural en el que se mezclan ingredientes indígenas, ibéricos y africanos y que ha enfrentado con creatividad las endémicas limitaciones económicas que arrastra Cuba.

"La cocina cubana goza de buena salud", defendió este viernes en una conferencia de prensa el presidente de la Federación Culinaria de Cuba, Eddy Fernández, para quien "no se ha perdido la memoria gastronómica" pese a la intermitente falta de ingredientes provocada durante años por las apreturas financieras del país.

En esta convocatoria, además de la influencia italiana en el recetario cubano, también se abordará la rica cocina regional de la isla, porque "en toda Cuba no se come igual", señaló por su parte la presidenta del comité organizador y gerente de los servicios académicos del operador de turismo cultural Paradiso, Lis Cuesta.

Así, explicó Cuesta -esposa del presidente cubano, Miguel Díaz-Canel- uno de los protagonistas del encuentro será el "casabe", una torta de harina de yuca típica de la zona oriental del país y heredada de los aborígenes locales.

Cuba Sabe 2020 se enfocará asimismo en las artes visuales en la mesa o cómo las manifestaciones artísticas pueden aplicarse a la gastronomía, y su programa incluirá talleres, conferencias, tours, degustaciones y conciertos, agregaron sus responsables.

Al encuentro acudirán más de doscientos participantes procedentes de Italia, México, España, Estados Unidos y China, a quienes los organizadores quieren mostrar que "conocer Cuba no es lo mismo que probarla".

Además de Paradiso, el evento está respaldado por el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural de Cuba, su Federación Culinaria y las asociaciones de cantineros y sommeliers de la isla.