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La moda "made in China" necesita aún del "toque" italiano

El mundo de la moda reconoce las grandes capacidades de la industria china aunque algunos de sus creadores son conscientes de que necesitan aún el "toque" italiano para desarrollarse.

Para las empresas y los diseñadores chinos producir colecciones de alta moda en China es complicado debido a los tejidos, las barreras comerciales y los problemas de imagen.

Para la italiana Miuccia Prada, todas las marcas célebres han recurrido a la gran capacidad de los chinos para confeccionar prendas, un secreto bien ocultado por la producción masiva.

Uma Wang, una de las diseñadoras chinas más conocidas en el extranjero, produce el 40% de sus creaciones en China y el 60% en Italia.

La parte creativa así como la fabricación de sus modelos las realiza sobre todo en Shanghai, pero pasa la mitad de su tiempo en Milán para estar cerca de sus proveedores.

"Un traje producido por mí en China cuando llega a las tiendas cuesta 30% más", señala la diseñadora al lamentar el sistema de impuestos de su país.

China impone un alto impuesto a los tejidos prestigiosos, los cuales son importados casi todos de Italia, la mayor proveedora, lo que termina por pesar sobre el precio final.

Por ello Uma Wang, con tiendas en todo el mundo, prefiere trabajar en Italia.

"La capacidad de producir, la costura, no son un problema en China. Pero el problema son las telas, 100% provienen de la península. China aún no tiene ese nivel", explicó.

"Vivo en dos mundos, dos horarios, dos culturas, dos cocinas. ¡Magnífico!", sostiene.

El chino Zhu Chongyun, que adquirió este año la marca italiana Krizia, también vive como su compatriota con el pie en dos continentes.

"No quiero que se expanda la idea de que como Krizia es ahora de propiedad de un chino se volvió asiática", asegura en una charla con la AFP.

Hace siete años, Alfred Chan, propietario del grupo de Hong Kong Ports Design Ltd, instó a las grandes firmas de moda chinas a confiar en la mano de obra local.

Marcas como Armani, Burberry y Prada no han sufrido por haber trasladado parte de la producción a ese país.

"¡Son tan buenos!", sostenía Miuccia Prada al diario Wall Street Journal en 2011.

Los terminados no suelen realizarse en China pero es posible que la industria vaya en esa dirección.

La crisis mundial obligó a los dueños de grandes fábricas a trabajar en China para bajar costos y al mismo tiempo el enriquecimiento rápido de una parte de la población los convirtió en actores claves del mercado.

Según las estadísticas, las compras que los chinos realicen en el propio país sumadas a las que hacen en el exterior representan el 50% del volumen de negocios del sector de la alta moda.

Para la lujosa firma Ports 1961, que hace dos años se trasladó de Hong Kong a Milán, es necesario trabajar en Italia.

"Trabajamos con telas sumamente caras" , explicó Salem Cibani, el presidente de la marca.

"En Italia el nivel del trabajo manual es muy alto, tanto a nivel artesanal como de estilo. Eso no se puede imitar en China", explicó.

"Cuesta caro realizar esos productos en Italia, pero ese es su gran valor" , resumió.

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