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Expediciones científicas españolas en América, objeto de exposición en Quito

La Corona española destinó en el siglo XVIII importantes recursos para impulsar el conocimiento científico y misiones filantrópicas mediante expediciones a tierras de América, un legado poco reconocido que recoge una exposición en Quito.

"Ese legado fue muy importante para las elites criollas, las expediciones supusieron un enorme capital de conocimiento y no llegó al nuevo continente y se fue, sino que se quedó en las universidades", explicó a Efe Pablo Pinedo, comisario de la exposición que se inauguró esta semana en la capital ecuatoriana.

Titulada "Expediciones científicas españolas en América durante el siglo XVIII" y patrocinada por la embajada de España en Ecuador y otras instituciones educativas hispanas, se exhibe hasta el 27 de octubre en la Pontificia Universidad Católica de Ecuador (PUCE).

Jefe del departamento de Biología y Geología del colegio español Reyes Católicos de Bogotá, ciudad en la que también se ha expuesto la muestra, Pinedo subraya que las expediciones españolas recorrieron todo el mundo, pero se han seleccionado las más llamativas realizadas en el continente americano entre 1730 y 1810.

La exhibición recopila retablos, carteles, reproducciones de mapas, dibujos botánicos y facsímiles, además de textos, provenientes de fuentes como el Real Jardín Botánico de Madrid, el archivo del Museo Naval, el Museo del Prado y el de América, todos de la capital española.

Aborda la participación de Jorge Juan y Antonio de Ulloa en la Misión Geodésica de 1734, la labor de la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna de la Viruela de 1803 y considerada la primera misión filantrópica, o la contribución al conocimiento de la flora americana por parte de José Celestino Mutis y las tres expediciones botánicas a Perú, Nueva Granada y Nueva España.

En Ecuador destaca la misión franco-hispana Geodésica a la Real Audiencia de Quito, encabezada por el galo La Condamine y los españoles Jorge Juan y Ulloa, con el objeto de medir un grado de longitud del ecuador terrestre y comprobar la forma de la Tierra.

Fue una de las primeras expediciones científicas modernas y en ella colaboró el riobambeño Vicente Maldonado.

Pese a ser la más conocida de la región, destacaron igualmente a lo largo del siglo XVIII las expediciones botánicas, debido al interés científico que suscitaba el estudio de las plantas.

"Los expedicionarios creían en el poder del árbol y la agricultura y hay un interés tremendo por conocer todas las plantas", subraya el curador.

Destaca la que se llevó a cabo en el Virreinato del Perú y cuyo corolario protagonizó en Guayaquil el farmacéutico español Juan de Tafalla, que se dedicó al estudio y recopilación de la vegetación americana.

"Esa flora se ha redescubierto recientemente en el Jardín Botánico (de Madrid) en varios cajones donde están las propias plantas (analizadas) y muchas ilustraciones", revela Pinedo.

Capítulo aparte merece la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna de la Viruela (1803-1810), dirigida por los médicos Francisco José de Balmis y Josep Salvany, que llevaron la vacuna a los territorios americanos, islas Filipinas, Asia y África.

"Tres años después de descubrirse la vacuna, el rey de España Carlos IV, que había perdido un hermano y un hijo por la viruela, decide vacunar a todo el mundo", explica el comisario sobre la primera misión exclusivamente filantrópica de la era moderna.

El siglo XVIII culmina con otra destacada expedición, la Malaspina y Bustamante (1789-1794), que recorrió los territorios de la Corona española y más allá, desde Buenos Aires a Alaska.

Toda la labor de investigación y exploración geográfica se desarrolló por a la confluencia de los ideales ilustrados y el dominio y experiencia marítima española, aunque no menos importante fue la base que había sentado la Corona española en Nuevo Mundo.

El embajador de España en Ecuador, Carlos Abella y de Arístegui, recalca a Efe que ese avance científico fue posible gracias al entramado administrativo, jurídico y de ordenación del territorio que se llevó a cabo desde el siglo XV y la posterior presencia española en suelo americano.

Y resume la muestra como un compendio que "recoge el trabajo de la Ilustración y de la España borbónica en América. Toda esa producción científica que fue la más importante y útil para la humanidad del siglo XVIII". EFE

FUENTE: EFE