Barcelona(AFP). Un marcapasos barato inspirado en el ritmo cardíaco de la ballena jorobada, vacunas que se pueden conservar sin refrigeración en base al modelo de una planta africana: copiar la Naturaleza puede ser más eficaz que expoliarla.
El "biomimetismo" -que busca sacar lecciones de las Naturaleza para desarrollar nuevas tecnologías- "podría llevar al mundo hacia una economía verde, más eficaz", dice Achim Steiner, director general del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUE), presente en el Congreso de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) en Barcelona (noreste).
En unos 4,000 millones de años, la Naturaleza ha puesto a punto numerosas soluciones tecnológicas compatibles con el medio ambiente.
Así que, ¿por qué no aprovecharlas? "Hay que sacar partido del ingenio de la Naturaleza", dice Achim Steiner, recordando "los límites de nuestro sistema económico actual".
Pavan Sukdhev, economista indio encargado por la Unión Europea de elaborar un informe sobre la economía de los ecosistemas, en la línea del del británico Nicholas Stern sobre el calentamiento global, insiste en que se reconozca el valor de la Naturaleza.
Con la crisis financiera, "se han invertido miles de millones de dólares en los bancos estadounidenses, pero ¿qué hacemos por la Naturaleza?", se preguntó.
"La biodiversidad debe ser considerada como una fuente de soluciones y no como una fuente de servicios", explica Janine Benyus, fundadora de la sociedad Biomimicry Guild, con sede en Montana (Estados Unidos).
El velcro es un ejemplo de biomimetismo: el inventor de este material autoadherente tuvo la idea cuando paseando por el campo vio que era difícil quitarse algunas flores pegadas a su pantalón".
Hoy "trabajamos con Boeing, General Electric, Procter & Gamble, empresas que piden a los biólogos encontrar soluciones naturales" para resolver problemas tecnológicos, afirmó Janine Benyus.
Y las soluciones son innumerables: Biomimicry Guild y el grupo de investigación Zeri (Zero Emissions Research Initiatives) han elaborado, en colaboración con el PNUE y la UICN, una primera lista de 2.100 ejemplos con los que han hecho un libro presentando una selección de "los 100 mejores trucos de la Naturaleza".
Así, los investigadores descubrieron que unas nanofibras permitían estimular los latidos del corazón de la ballena jorobada y piensan que sería posible estimular el ritmo cardíaco del corazón humano con un nanocableado.
Si se lograra este invento podría sustituir al marcapasos tradicional por un menor coste, asegura Gunter Pauli, fundador de Zeri.
De la misma manera, vacunas que no necesitarían ser conservadas en frío podrían desarrollarse en base al modelo de una planta austral (Myrothamnus flabellifolia) que puede secarse y revivir gracias a una protección que le da una sustancia que produce al secarse.
"Emergerá un nuevo modelo económico", se entusiasma Gunter Pauli, considerando que ya se han invertido más de 1.000 millones de dólares en tecnologías de biomimetismo.
Y "la crisis financiera va a dar un nuevo impulso fantástico a estas nuevas tecnologías", añadió, subrayando que las crisis estimulan al empresariado.