TILARAN, Costa Rica (AFP). Ingenieros y estudiantes universitarios de Costa Rica dieron este fin de semana un primer paso hacia el sueño de colocar un satélite centroamericano en el espacio, al lanzar un globo aerostático para tomar fotos y videos de la curvatura de la Tierra.
El globo inflado con helio, de casi dos metros de diámetro, fue lanzado el sábado desde un campus universitario en Tilarán, en el norte de Costa Rica, y ascendió al cielo más de 30 kilómetros antes de estallar debido a la presión interna y caer lentamente con un paracaídas.
Durante su ascenso de casi tres horas, los instrumentos atados al globo de color blanco estuvieron enviando datos sobre temperatura y humedad, además de una sesión histórica de fotos y videos: las primeras imágenes de la curvatura de la Tierra tomadas sobre América Central.
"Podemos hablar de cinco a diez años lo más" para colocar el primer satélite centroamericano en el espacio, dijo el director ejecutivo de la empresa espacial Ad Astra, el ingeniero Ronald Chang Díaz, hermano del ex astronauta costarricense de la NASA, Franklin Chang Díaz.
"Puede ser un microsatélite o un nanosatélite, un poquito más pequeño que el 'Sputnik' que los soviéticos lanzaron en 1957, que dio inicio a la carrera espacial", declaró a la AFP.
Ad Astra ("Hacia las estrellas", en latín) está trabajando bajo el impulso del ex astronauta Chang --quien cumplió varias misiones al espacio en los transbordadores de la NASA-- en el diseño y construcción de un motor de plasma que facilitaría los viajes interestelares.
La empresa, con sedes en Houston (Estados Unidos) y Costa Rica, participa activamente en la filial costarricense de la Asociación Centroamericana de Aeronáutica y del Espacio (ACAE), integrada por entidades del gobierno, universidades y el sector productivo.
El lanzamiento del globo se hizo en la zona rural de Tilarán, unos 150 km al norte de San José, en el campus de la universidad privada Invenio, creada este año y que introdujo en Costa Rica la educación dual, un sistema alemán que combina la enseñanza con el trabajo en una empresa.
El globo fue equipado con una cámara de foto y video y con una plataforma de instrumentos de medición diseñada por Joel Wigoda, un estudiante de ingeniería que está a punto de graduarse en el Instituto Tecnológico de Costa Rica.
"La idea es obtener datos sobre cambio climático, contaminación, ozono, entre otros, para explicar qué está pasando en Centroamérica con el cambio climático", dijo Wigoda.
Un primer lanzamiento resultó fallido por el viento, que enredó la sonda a un árbol, por lo que hubo que repetirlo, esta vez sin complicaciones.
Si bien lanzar globos aerostáticos para tomar imágenes se realiza desde hace tiempo en otros países, este tipo de ensayos es nuevo en Centroamérica, donde una parte considerable de la población vive en la pobreza.
De hecho solo dos países del istmo tienen entidades dedicadas a los temas espaciales, Costa Rica y Guatemala, aunque en El Salvador esperan formar una en los próximos meses.
"Nosotros vamos quemando etapas, lo primero es que los muchachos (estudiantes) desarrollen la capacidad de rastrear las sondas. La segunda etapa es que la sonda recoja la mayor cantidad de datos" atmosféricos, dijo el presidente de ACAE Costa Rica, Carlos Alvarado.
"Estos muchachos en un lanzamiento aprenden más que en años en la universidad", dijo Ronald Chang Díaz, quien dictó una conferencia sobre el motor de plasma a un centenar de asistentes al lanzamiento del globo.
"El cohete (de plasma) que Franklin lleva trabajando 35 años es un cohete eléctrico que funciona en base a campos eléctricos", dijo en la charla.
"Nuestro cohete de plasma no sirve para despegar de la Tierra al espacio, solo para desplazarse en el espacio", explicó.
El lanzamiento del globo, dotado de un sistema de posicionamiento global para que fueran recuperados sus instrumentos y su cámara, costó poco más de 1,000 dólares. El helio fue donado por una empresa privada.