Ciencia Ciencia - 

Batalla entre abejas y elefantes en parque Nacional de Zimbabue

MAGOLI, Zimbabue ( AFP ). Desde hace dos años, los campos de sorgo del pueblo de Magoli son resguardados de los elefantes por... abejas. Al borde del Parque Nacional de Hwange, en Zimbabue, habitantes y científicos trabajan juntos para lograr una buena cohabitación entre los humanos y los animales salvajes protegidos.

" Los elefantes regresaron esta noche ", constata Víctor Bitu mostrando una valla deteriorada y un jardín marcado por huellas.

" En la región, tres pueblos se ven afectados por los elefantes ", explica a la AFP Bitu, jefe de seis aldeas de alrededor 5.000 habitantes, que bordean el Parque Nacional de Hwange (noroeste de Zimbabue), un área protegida de 15.000 km2.

Poco frecuentes durante este final de estación seca, las incursiones de los elefantes se multiplican entre diciembre y mayo, período de cultivo de maíz, de mijo y sorgo.

La sabana del Parque Nacional de Hwange tiene una de las mayores densidades de elefantes del mundo, con una población que pasó de 15.000 cabezas en 1986 a más de 35.000 actualmente. Demasiado. A estos paquidermos les gusta mejorar su vida cotidiana con incursiones en los campos de cultivo cercanos, según los administradores del parque.

En Magoli, los pobladores custodian sus campos por la noche durante los períodos de cultivo, haciendo ruido con tambores o prendiendo fuego para mantener a estos intrusos de cuatro patas alejados.

Sin embargo, otros campos de cosecha, como los de Barbara Ngwenya, una viuda incapaz de asegurar estas guardias nocturnas, están protegidos desde hace dos años por abejas.

En el marco de un experimento científico, varias colmenas, interconectadas por cuerdas, han sido instaladas en la entrada del campo, haciendo imposible para los elefantes entrar sin moverlas.

Zumbido

Por lo general, el zumbido de las abejas basta para ahuyentar a los paquidermos, cuya trompa y orejas son muy sensibles a las picaduras de este insecto.

" Los pobladores están convencidos (de que este sistema funciona), y quieren también colmenas en sus campos ", asegura Víctor Bitu.

" El interés de las colmenas, reside en utilizar un método pasivo " de guardia permanente que permite "aliviar la presión que pesa sobre los agricultores", explica Chloé Guerbois, ecologista, que trabaja en una "zona-taller" de investigación del CNRS en Hwange, en el marco de una tesis de doctorado sobre la relación entre los elefantes y los aldeanos.

Después de haber entrevistado a 217 hogares y a 53 jefes de aldea, Guerbois descarta la tesis de un "conflicto" entre los paquidermos y los humanos. Según la investigadora, las respuestas de los aldeanos muestran " una mayor diversidad de servicios positivos prestados por los elefantes que de servicios negativos ".

Aunque pisotean los campos de sorgo, los elefantes, al derribar los árboles, despejan áreas de pastoreo para el ganado y proporcionan leña a los pobladores.

Por otra parte, la fiebre aftosa, transmitida por los búfalos a las vacas, representa otro peligro para los agricultores de esta región. Un "problema económico" para Zimbabue, que era hasta 2001, cuando empezaron los brotes de fiebre aftosa, un importante exportador de carne bovina.

FUENTE: Agencia AFP

En esta nota: