Actualmente se invierte en la lucha global contra el VIH-sida, la malaria y la tuberculosis ocho veces más que hace un cuarto de siglo, sin embargo, aún existen inmensas lagunas que dificultan el combate efectivo contra esas tres enfermedades, unas carencias que la entidad UNITAID detecta e intenta solventar.
"Nosotros identificamos la lagunas, vemos si existe o no un método para subsanarlas, y financiamos proyectos pilotos para ver si esa herramienta aporta valor agregado o no a la respuesta global", explicó en una entrevista con Efe Lelio Marmora, director ejecutivo de UNITAID.
El argentino Marmora llegó hace poco más de un año a la dirección de esta entidad que nació en 2006 a iniciativa de Brasil, Chile, Francia, Gran Bretaña y Noruega -aún sus principales donantes- con el objetivo encontrar soluciones innovadoras para prevenir, diagnosticar y tratar las tres enfermedades de forma más barata y efectiva.
"A veces pueden ser productos que ya existen pero que no se usan por determinadas razones, a veces hay que promover la investigación y la invención. Nosotros financiamos proyectos que demuestren, o no, si una herramienta va a hacer la diferencia", especificó.
A este método se le llama "investigación operacional", fomentar la pesquisa en función de lo que se ha detectado que se necesita.
"Hay que calcular el impacto de los proyectos antes de empezar a financiarlos. Y sólo financiar programas de problemas específicos", puntualizó.
Algunos ejemplos del pasado son medicamentos contra la tuberculosis para niños, o un test que detecta esta enfermedad en 25 minutos en lugar de en seis días.
"La financiación por resultados tiene que seguir profundizando, más se hace, más se da. Porque lo importante al final del día es cambiar la realidad sobre el terreno", indicó.
De media, UNITAID tiene una tasa de fracaso de proyectos del diez por ciento.
"El éxito lo determina si el producto financiado se lleva a escala, y un país o un organismo de financiación compra x millones de dosis", subrayó Marmora, que antes de llegar a UNITAID trabajó en el Fondo Mundial de lucha contra las tres enfermedades.
El director ejecutivo considera que la colaboración con el Fondo o Gavi (la alianza mundial para la vacunación) debe hacerse desde el principio, para que estas entidades conozcan los productos con anticipación y así poder incluirlos en sus programas de inversión, que se realizan un lustro antes de que se apliquen.
Actualmente se está financiando un proyecto para impulsar el uso de antipalúdicos entre las embarazadas.
"En África hay 30 millones de embarazadas por año y muy pocas usan la profilaxis contra la malaria. Unas pastillas que cuestan entre 10 y 15 centavos de dólar, entonces el problema no es el dinero, es otro y hay que identificar qué es, y cómo solventarlo".
UNITAID también está financiando proyectos de un "autotest" de diagnóstico para el sida; y, entre otros, nuevos fármacos para la tuberculosis multiresistente.
Otro proyecto pasa por analizar la implementación de la nueva directriz de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que recientemente sugirió que todas las personas infectadas con el VIH, sin tener en cuenta su edad, deberían acceder al tratamiento antirretroviral lo antes posible tras ser diagnosticadas.
Otro proyecto de Marmora en el futuro cercano es detectar sinergias que puedan aportar soluciones para las tres dolencias, desde la logística y el transporte, a una eventual combinación de tratamientos.
Consultado sobre si el modelo se puede aplicar a otras enfermedades, Marmora respondió que están abiertos a ello.
"Si el punto de partida es la necesidad, no deberíamos limitarnos a las tres dolencias".
UNITAID estima que por cada dólar invertido en la entidad, se ahorra entre 7 y 8 dólares en la respuesta global de lucha contra las tres enfermedades.
FUENTE: EFE