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Exjefe de Volkswagen recibió correos electrónicos sobre los coches trucados

Volkswagen reveló que su expresidente Martin Winterkorn recibió en mayo de 2014, más de un año antes del estallido del escándalo de los motores trucados, un informe que lo ponía al tanto de sospechas sobre el caso, aunque se ignora si lo leyó.

La empresa, considerada hasta ese momento como un dechado de virtudes de la industria alemana, asegura además, en un comunicado emitido el miércoles por la noche, que ninguno de sus directivos pudo haber tomado conciencia de la dimensión del caso hasta las revelaciones que lo destaparon en septiembre de 2015.

Volkswagen (VW), que estaba en vías de convertirse en el primer fabricante mundial de automóviles, admitió haber trucado 11 millones de vehículos diésel en el mundo, con el fin de burlar las mediciones de sus emisiones contaminantes.

En el comunicado colgado en su página internet, VW indica que el 23 de mayo de 2014 Winterkorn recibió un informe relacionado con un estudio del International Council on Clean Transportation (ICCT), una ONG con sede en Estados Unidos, que mencionaba discrepancias en mediciones de emisiones de los motores diésel.

Pero "no hay constancia de que Winterkorn le haya prestado atención" al recibirlo "en medio del voluminoso número de mensajes que se le enviaron durante el fin de semana", indica VW en las conclusiones preliminares de su investigación interna, que será publicada el mes próximo.

Las conclusiones del ICCT sirvieron de base a las acusaciones hechas en septiembre de 2015 contra el fabricante alemán por la Junta de Recursos del Aire de California (CARB).

Winterkorn, que se vería obligado a renunciar pocos meses después del escándalo, siempre proclamó su inocencia.

Según VW, el ejecutivo recibió otro informe en noviembre de 2014, sobre lo que la empresa denomina "el problema del diésel".

Pero "de acuerdo con lo que sabemos hasta ahora, el problema del diésel fue tratado como uno más de los numerosos problemas con productos que enfrenta la compañía y no se le prestó ninguna atención particular inicialmente", refiere el comunicado.

El descubrimiento de los fraudes de las emisiones podría costarle a VW miles de millones de dólares en multas y juicios, sobre todo en Estados Unidos y Alemania. Sus acciones en la Bolsa de Fráncfort se desplomaron desde septiembre pasado.

Los denunciantes acusan al grupo propietario de doce marcas de vehículos de haber violado las reglas de transparencia del mercado, asegurando que estaba al tanto de los engaños mucho antes de que salieran a la luz.

Pero VW rechazó esos alegatos, asegurando que "tras un examen atento [del caso] por sus asesores internos y externos, la compañía ratifica su convicción de que su consejo de administración cumplió debidamente con sus obligaciones de divulgación respecto a las normativas del mercado de capitales de Alemania".

La firma "lamenta profundamente los incidentes relacionados con el problema del diésel", pero considera "carente de fundamento" una denuncia colectiva presentada por accionistas alemanes en su contra, debido a que, según alega, "hasta el anuncio de violaciones a las regulaciones medioambientales de Estados Unidos", el 18 de septiembre, "no había indicio alguno de informaciones de importancia para el mercado de valores".