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Gobierno alemán presenta un plan incompleto para superar la crisis del diésel

El Gobierno alemán presentó hoy su plan para evitar prohibiciones a la circulación de vehículos diésel contaminantes, con reajustes técnicos para modelos antiguos y bonificaciones para cambiar de coche sólo en las ciudades más contaminadas y sin confirmación del grado de implicación de la industria automovilística.

El programa se limita a las catorce ciudades donde la contaminación del aire supera los 50 miligramos de dióxido de nitrógeno (NO2) por metro cúbico y amenazadas por lo tanto con posibles prohibiciones a la circulación de los modelos más contaminantes de vehículos diésel, precisó en rueda de prensa la ministra de Medioambiente, Svenja Schulze.

Podrán optar a un reajuste técnico de su vehículo o a bonificaciones aquellos usuarios que residan dentro de estas catorce ciudades o en su entorno inmediato, así como los casos socialmente difíciles, agregó, e insistió en que los costes no deben recaer ni en los conductores ni financiarse con dinero público.

Según el ministro de Transporte, Andreas Scheuer, la cifra de vehículos para los cuales este programa sería aplicable asciende a 1,4 millones de coches de la clase Euro 4 y Euro 5, y será decisión de cada usuario si quiere optar a un reajuste técnico o al cambio con bonificaciones de su automóvil.

Se mostró convencido de que el Gobierno ha consensuado un "gran paso" para evitar prohibiciones a la circulación y limitaciones a la movilidad dentro de las ciudades, en el que la industria asume su responsabilidad y la carga económica no recae en los conductores y aseguró que la intención es "garantizar el futuro del diésel".

Aunque dijo que la primera reacción de la industria automovilística puede evaluarse de "positiva", informó de que de momento sólo VW ha dado su visto bueno -aunque queda hablar sobre algunas cuestiones concretas-, mientras que BMW no tiene previsto asumir los costes de los reajustes técnicos y Daimler tiene previsto concentrarse en su oferta de bonificaciones de hasta 5.000 euros.

En tanto, Opel comunicó hoy desde su sede en Rüsselheim su rechazo a los reajustes técnicos que calificó de "económicamente no razonables y técnicamente no desarrollados".

"El tema del cambio o de las bonificaciones tendrá efecto directo e inmediato, eso me lo han asegurado los fabricantes alemanes", aseguró, mientras que en materia de reajustes hay que mantener todavía conversaciones, "tanto en lo que respecta al tema económico como al técnico", agregó.

Schulze recordó que con el escándalo por la manipulación de los datos de emisiones de gases contaminantes, los fabricantes tienen ahora la oportunidad de lograr que se vuelva a confiar en el diésel y que redunda en su propio interés saber aprovecharla.

Por otra parte, precisó que únicamente se usará dinero del contribuyente en lo que respecta a los reajustes técnicos en el transporte público y en vehículos como ambulancias o camiones de reparto, en un total de 65 ciudades donde la contaminación supera los 40 miligramos de NO2 por metro cúbico, agregó.

En estos casos, el 80 % de los gastos será financiado con dinero público, y para el restante 20 %, será necesario hablar nuevamente con los fabricantes, precisó Scheuer.

Mientras, la ONG medioambiental y de protección del consumidor Deutsche Umwelthilfe (DUH) criticó el "Plan para un aire puro y la garantía para la movilidad individual en nuestras ciudades", presentado por el gobierno al no contribuir en nada a mantener limpio el aire y por constituir "una prueba más de las relaciones reales de poder en la 'autorepública de Alemania'".

Para la DUH, los once millones de conductores afectados por posibles prohibiciones a la circulación de vehículos diésel siguen esperando desde hace tres años la ayuda efectiva del gobierno, al no poder devolver sus coches trucados ni recibir de vuelta el precio de compra, mientras que las bonificaciones son un esquema "sin valor".

Además, es "totalmente absurda" la opción de cambiar coches Euro 5 con pocos años de antigüedad para dejarlos circular sin retirarle los dispositivos trucados en otros lugares de Alemania o en Europa, agrega.

Preguntado sobre el destino de los vehículos contaminantes que regresen a manos de los consorcios automovilísticos, el ministro de Transporte se libró de toda responsabilidad al limitarse a responder: "Eso pregúnteselo a los portavoces de los fabricantes alemanes".

FUENTE: EFE