Los organizadores de una fiesta de Año Nuevo en uno de los más prominentes hoteles de Dubai se disculparon luego que muchas personas que habían comprado boletos no pudieron llegar debido al intento de la ciudad por romper un récord de pirotecnia.
Diarios locales reportaron el jueves que cientos de juerguistas que asistían al concierto de Sandance en el hotel Atlantis quedaron varados por horas en autobuses y calles luego que las autoridades restringieron el acceso a la isla artificial de Palm Jumeirah para el gran show de fuegos artificiales.
El hotel queda en el extremo de la isla, que fue el plato fuerte del espectáculo.
El concierto incluyó a la cantante británica Emeli Sande y al veterano DJ Paul Oakenfold. El boleto más barato costaba el equivalente a 123 dólares.
Los organizadores dijeron en un comunicado que lo lamentaban profundamente y que buscarán una solución pronto.