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La Vogue con la duquesa Catalina se mantuvo en secreto por 4 meses

La edición británica de la revista Vogue cumplió recientemente 100 años de vida siendo, bajo la batuta de su carismática editora jefe, Alexandra Schulman, la cabecera más prestigiosa del país en lo que a moda y nuevas tendencias se refiere, una reputación que se explica, entre otras razones, por el cuidado que ponen sus responsables en no dejar que grandes exclusivas, como el hecho de que Catalina de Cambridge iba a protagonizar la portada del centenario, caigan en las manos equivocadas.

Tanto es así, que ni siquiera el realizador Richard Macer, encargado de grabar un documental sobre los entresijos de la redacción de Vogue con motivo de sus cien años de existencia, tuvo acceso a tan preciada información durante los meses en los que estuvo recopilando material para el filme, a pesar de que el codiciado número no saldría hasta principios de junio y de que el director no tenía intención alguna de hacer público su contenido.

"Normalmente necesito tener una relación de sinceridad y confianza plena con la gente con la que trabajo, ya que es esencial para que un documental pueda funcionar y resultar creíble al público. Además de otras muchas cosas, mi trabajo implica hacer que aquellos que protagonizarán el documental se sientan libres de expresarse y hablen sin cortapisas", revela el propio Macer en un avance del citado documental que se emitirá en el canal BBC, antes de exhibir su decepción por no haber conseguido romper el secretismo de la periodista.

"Por alguna misteriosa razón, Alex era reticente a compartir conmigo la noticia de que habían hecho una sesión de fotos con la duquesa para el número 100 de la revista. Es que ni siquiera se trató de ocultar información privilegiada, es que directamente me mintió. Bueno, mucho más que eso, planificó todo un montaje para hacerme creer que la portada sería completamente diferente", narra en tono jocoso.

A pesar del relativo fracaso de no haber podido revelar el misterio sobre la ya histórica portada de Vogue, Richard Macer reconoce que -más allá del carácter poco ortodoxo de sus métodos- la editora jefe que más años ha ejercido como tal en la historia de la edición británica de la revista logró con su silencio sepulcral mantener completamente protegida la que posteriormente sería la exclusiva del año en el plano de la crónica social.

"Hay que admitir que se han llevado la exclusiva del año con el especial de su centenario, que se está vendiendo como rosquillas, y esto demuestra que Alex sigue siendo la mejor en su trabajo. En vez de anunciar que se retiraba este año, como muchos pensaban, va y se saca de la mano semejante proeza", explica.