Formando parte de una de las sagas de intérpretes más reconocidas de Suecia, encabezada por su padre, el veterano actor Stellan Skarsgård, Alexander Skarsgård parecía predestinado a seguir los pasos del patriarca de la familia en el cine y la televisión, como también han hecho sus hermanos pequeños: Gustaf, Bill y Valter.
En su caso, su debut en esa industria se produjo cuando aún era un niño de ocho años, protagonizando la película 'Åke y su mundo' y posteriormente la serie de televisión 'Hunden som los', dos trabajos que le convirtieron sin previo aviso en una de las estrellas infantiles más conocidas de su país natal. Agobiado por esa súbita popularidad, el joven Alexander decidió abandonar la actuación durante más de una década.
"No quiero decir que me hiciera estar paranoico, pero sí que era un poco incómodo. Fue de la noche a la mañana. De repente, chicas que el día anterior ni siquiera se hubieran dignado a mirarme empezaron a prestarme atención. De repente les parecía interesante y todo me parecía demasiado hipócrita", recuerda ahora Skarsgård durante una entrevista al podcast 'Awards Chatter' del portal The Hollywood Reporter.
Su autoimpuesto retiro no le sirvió, sin embargo, para descubrir una nueva vocación y tras perfeccionar su inglés en Londres y cursar varias clases de interpretación Nueva York, comenzó a compaginar pequeños papeles en su país natal con sus esfuerzos por labrarse una reputación en la meca del cine. Sin embargo, tras varios años sin conseguir su 'gran oportunidad', estaba más que listo para tirar la toalla, hasta que se cruzaron en su camino dos nuevas series: 'Generation Kill' y 'True Blood'.
"Pensé: 'No quiero levantarme un día a los 65 y arrepentirme de no haberlo intentado ya de adulto. Pero me llevó un tiempo. Me di de bruces con la dura realidad. A principio del año 2007, empecé a tocar fondo y pensé: '¿Qué hago aquí en Los Ángeles? ¿Estoy de verdad mejor aquí? Por lo menos en Suecia tengo trabajo'. Ya había vendido mi coche y estaba dispuesto a volver a Suecia, de hecho ya tenía un billete de vuelta".
Ahora su aclamado trabajo como el violento marido de Nicole Kidman en la producción de la HBO, 'Big Little Líes , así como su papel protagonista en 'La leyenda de Tarzán', lo han convertido de nuevo en una estrella capaz de eclipsar la fama de su propio padre. Curiosamente, Stellan Skarsgård nunca aconsejó a su retoño en su sentido u otro en lo que respectivo a su carrera. "Él solo quiere que nosotros seamos felices y que encontremos nuestro propio camino en la vida", explica su hijo.
FUENTE: BANG showbiz