Tras el final de la saga Harry Potter, cada uno de sus protagonistas eligió conducir su carrera de forma diferente: Daniel Radcliffe se centró en el teatro para tratar de distanciarse del personaje que le dio la fama, Emma Watson volcó su energía en su trabajo humanitario, eligiendo con mucho cuidado los escasos proyectos interpretativos en los que participaba, y Rupert encontró su lugar en proyectos indies como la comedia 'Sick Note'.
En el caso del inolvidable Ron Wesley, también ha centrado sus esfuerzos en invertir en el mercado inmobiliario hasta acabar construyendo un imperio que en la actualidad está valorado en más de 30 millones de dólares, según el periódico The Sun, y que no para de crecer. La última compra que hizo le llevó a desembolsar 12 millones de dólares.
Una de sus compañías, Caly 10, invirtió a lo largo del último año fiscal diez millones en distintas propiedades y otra de ellas, Oneonesix Development, se ha centrado en adquirir viviendas en las afueras de Londres en zonas con buenas conexiones a la ciudad.
El intérprete de 31 años, que se convirtió en padre hace unas semanas, ha optado por realizar inversiones de poco riesgo que le ayuden a "asegurar su futuro a largo plazo" al margen de la fortuna que se embolsó en las películas del niño mago.