Los reyes de España, Felipe VI y doña Letizia, llegaron ayer jueves a las costas de Mallorca en la segunda jornada de su gira por buena parte de los destinos turísticos más populares del país, una visita que se enmarca en la necesaria promoción del turismo patrio -la gran industria económica del estado- tras el golpe económico que han supuesto, durante todo un trimestre, las restricciones de movimiento y actividad laboral derivadas del coronavirus.
Como se desprende de los vídeos e imágenes compartidos por numerosos reporteros gráficos allí presentes, el monarca y la reina consorte optaron por caminar tranquilamente a lo largo del paseo marítimo, llegaron a cantarle el cumpleaños feliz a un niño con el que se toparon durante su travesía y, por supuesto, se pararon un momento a charlar con un grupo de turistas alemanes a los que dieron la bienvenida en inglés.
"¡Welcome to Spain! [Bienvenidos a España]", les dirigieron justo antes de finalizar la breve conversación en la que se habían sumergido, sonrientes y tan afables como se esperaría de ellos en una ocasión de estas características, con los simpáticos visitantes.
Hay que recordar que, solo unos días antes, don Felipe y doña Letizia se presentaron en Las Palmas de Gran Canaria para arrancar un periplo que, según fuentes de la casa real, se extenderá por todas y cada una de las comunidades autónomas del territorio español. Como cualquier otra pareja de veraneantes, los reyes acudieron a un bar cercano a la playa -no tan concurrido como de costumbre debido a las medidas de distancia social- y mientras que la reina declinó cortésmente una tapa de jamón, su regio marido no tardó en dar buena cuenta del plato.