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Hijo de Gary Oldman le defiende ante acusaciones de maltratos de su propia madre

La alegría por su triunfo en los Óscar, donde se llevó la estatuilla a Mejor Actor por su trabajo en 'El instante más oscuro', le ha durado poco a Gary Oldman: unas antiguas acusaciones de su exmujer Donya Fiorentino, quien en 2001 ya aseguró haber sido víctima de malos tratos físicos y emocionales durante los cuatro años que duró su unión, han conseguido empañar lo que de otra forma debería haber sido una de las etapas más satisfactorias de su vida a nivel profesional.

La tercera esposa del británico no ha dudado en arremeter contra la Academia de Cine por conceder unos galardones tan prestigiosos a "dos maltratadores" -incluyendo así en el pack a Kobe Bryant, la exestrella de la NBA acusado de violación en 2003 y que este domingo se llevó el Óscar a Mejor Corto de Animación- precisamente en el marco de una ceremonia caracterizada por el rechazo a cualquier dinámica de violencia, agresiones sexuales o abuso de poder.

En un nuevo giro de los acontecimientos, el mayor de los dos hijos que Gary Oldman y Donya tienen en común -un joven de ahora 20 años llamado Gulliver que, junto a su hermano, se ha criado bajo la tutela del premiado intérprete- ha salido en defensa de su famoso padre para recordar que este ya fue investigado en 2001 y absuelto de toda culpa por falta de pruebas.

"Ha resultado muy perturbador y doloroso ver cómo volvían a resurgir estas denuncias falsas contra mi padre, especialmente después de que todo este asunto se cerrara hace años... Nunca se otorga la custodia de unos niños a un maltratador de mujeres; en realidad, bajo circunstancias normales casi nunca se le otorga la custodia al hombre. El hecho de que yo haya vivido siempre con mi padre, a tiempo completo, debería ser prueba más que suficiente [de su inocencia]", asegura Gulliver en una carta abierta enviada a la prensa, en la que hace referencia a uno de los episodios concretos de violencia que hace unos días volvía recordar su madre: cuando el actor la golpeó supuestamente con un teléfono en presencia de sus dos hijos, Gulliver y el benjamín, Charlie (18).

"Sé la imagen que puede dar el que salga al paso ahora con un comunicado, pero yo sí estaba allí en el momento del 'incidente', así que quiero dejar algo claro como el agua: no sucedió, y cualquiera que diga que sí, está mintiendo". En ese mismo mensaje, Gulliver evita en todo momento atacar directamente a su madre, definiéndola como una mujer "atormentada" y con la que lleva más de siete años sin hablar, aunque se muestra mucho más contundente a la hora de defender a su progenitor, a quien se refiere como su "héroe personal"."Él es el hombre en que aspiro a convertirme algún día", insiste.

"Le debo todo, mi vida incluida. Por eso lo único que quiero es protegerle, como persona y como personaje público. Sé que es un hombre increíblemente amable, y con un talento inconcebible, un hombre que lo daría todo por la felicidad de su familia. Toda esta pesadilla había concluido hace ya 16 años, y ahora debería permitírsele disfrutar en un año tan importante de su carrera", concluye.

Además de Gulliver y Charlie, Gary Oldman -casado desde 2017 con la escritora Gisele Schmidt- también es padre de otro varón de ahora 28 años fruto de su matrimonio con la actriz Lesley Manville, con quien curiosamente coincidió este domingo en la gala de los Óscar, una ocasión que su ex -que acudía también nominada por su trabajo en 'El hilo invisible'- aprovechó para aclarar que casi tres décadas después de su divorcio ambos superaron hace tiempo sus diferencias.

"Tenemos un hijo en común y como familia hemos tenido mucho éxito. Él está casado, y todos nos llevamos bien. Estamos bien, y lo hemos pasado muy bien esta noche. Sus otros hijos y el que tenemos juntos están muy unidos, se llevan muy bien, así que ha sido una velada familiar", aseguraba Lesley. Por su parte, Donya estuvo casada anteriormente con el director de cine David Fincher, con quien tuvo a su primogénito.

FUENTE: Showbiz