Bruselas ( EFE ). La policía holandesa busca al padre o padres de los cuatro recién nacidos que fueron hallados muertos y escondidos en cuatro maletas en el desván de una casa de la localidad de Nij Beets (norte de Holanda), después de que su madre fuese detenida como presunta autora de los hechos el viernes.
Los servicios forenses, que aún no han determinado la causa de la muerte de los bebés, extrajeron anoche el ADN de los bebés y entregaron la información a las autoridades judiciales que ahora tratarán de localizar al padre o padres de los niños, recogen los diarios holandeses en su edición digital.
La supuesta autora de los hechos, de 25 años, sólo ha reconocido ser la madre de tres de los cuatro niños y aunque en un principio dijo que los tuvo y los dio en adopción, luego reconoció que estaban muertos.
La mujer vivía en la casa donde fueron encontrados los restos con sus padres y su hermana, de 23 años, que negaron a la policía estar al corriente de lo ocurrido, lo mismo que dijo un hermano de la presunta autora, que ya se había independizado del núcleo familiar.
El Ayuntamiento de Nij Beets, una población situada a 195 kilómetros de La Haya en la provincia de Frisia, convocó ayer una reunión para tranquilizar a sus 1.700 habitantes, a la que finalmente sólo acudieron 200 personas.
La alcaldesa de la localidad, Francisca Ravestein, anunció al término del encuentro que los padres de la presunta autora tienen intención de abandonar el hogar familiar y trasladarse a una nueva casa aunque no desean salir de Nij Beets, según confirma la agencia ANP.
La policía recibió la voz de alarma de una persona cercana al entorno familiar, que declaró haber visto a la joven embarazada en varias ocasiones, pero nunca a ninguno de sus hijos.
Varios vecinos señalaron en declaraciones a la prensa que nunca se había percatado de sus embarazos, que según los cálculos de la policía podrían haberse producido entre 2002 y 2010.
La madre de los niños trabajaba como asistente en una clínica dental y ni ella ni sus padres habían acudido a los servicios sociales ni estaban considerados como personas en riesgo de sufrir problemas psiquiátricos.
El dentista de la clínica en la que trabajaba -que no ha querido que su nombre aparezca en la prensa- ha declarado que la vio embarazada en dos ocasiones, una durante su periodo de prácticas y otra más adelante, y que cuando los clientes le daban la enhorabuena ella explicaba sin tapujos que se había prestado a dar a luz a los hijos de otra pareja.
FUENTE: Agencia EFE