PARIS (AFP). La ex rehén franco-colombiana Ingrid Betancourt reiteró este lunes sus dudas sobre un posible soborno a los dos comandantes de las FARC que la custodiaban, cuando persisten las dudas sobre la reales condiciones en que se produjo su liberación por parte del ejército colombiano.
Ya el sábado, Ingrid Betancourt, se había declarado convencida que el comandante de las FARC Alexander Farfán, alias "Gafas", encargado de su custodia, no había sido sobornado por el ejército.
Describiendo el momento en que se produjo su liberación, en un programa este lunes en Radio Francia Internacional, Ingrid Betancourt dijo que "no conseguía creer" que "Gafas" al que señaló como un "ser abominable", estuviese simulando para facilitar la acción de los militares.
"No llego a creer que Gafas haya estado simulando", cuando fue capturado por los militares a bordo del helicóptero, relató la ex rehén, precisando que lo había conocido muy bien, pues había sido su custodio y "un ser que se portó conmigo de manera abominable", precisó.
"Tenía una mirada de desesperación y de odio que expresaba que había perdido", detalló Ingrid Betancourt. "No cre que haya estado actuando".
"Pienso que a más alto nivel hubo infiltración y quizás alguien de más arriba recibió dinero", dijo.
Las declaraciones de la ex rehén son un nuevo elemento que trata de dar una respuesta a las interrogantes sobre las condiciones que permitieron la espectacular operación del ejército colombiano, que culminó con su liberación y la de otros 14 rehenes el pasado miércoles.
La Radio Suiza Romance aseguró el viernes que los dirigentes de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) habían recibido unos 20 millones de dólares para liberar a los 15 rehenes.
"En realidad los 15 rehenes fueron comprados a precio considerable, tras lo cual fue puesta en escena toda la operación", afirmó la radio pública, citando una "fuente cercana a los acontecimientos, fiable y puesta a prueba en reiteradas ocasiones en los últimos años"
"No está excluido que haya habido un acuerdo con los miembros de las FARC que habrían negociado en secreto su rendición, pero nada puede probarlo", explicó a la AFP el ex esposo de Ingrid Betancourt, Fabrice Delloye.
"La tesis oficial según la cual Bogotá engañó a los guerrilleros sin ninguna contrapartida es muy plausible", agregó.
De su lado, una fuente oficial francesa que pidió mantener el anonimato confirmó que "sabíamos que los colombianos trataban de infiltrar a los guerrilleros y que trabajaban a César", el comandante que tenía en su poder a Ingrid Betancourt.
La esposa de César había sido detenida en febrero.
César, cuyo verdadero nombre es Gerardo Antonio Aguilar y su lugarteniente Alexander Farfán, alias "Gafas", fueron detenidos durante la operación por los militares y debían ser extraditados a Estados Unidos, según la prensa colombiana.
El presidente colombiano Alvaro Uribe había destinado un fondo de varios millones de dólares para ofrecer a los guerrilleros que custodiaban a los rehenes, a cambio de permitir su liberación
Del mismo modo, había asegurado que el gobierno colombiano estaba dispuesto a que inmediatamente después de esta liberación, los guerrilleros podían ser puestos a bordo de un avión para irse a otro país, evocando el que ésta destinación podía ser Francia.
París afirmó que sólo fue informado de la operación del ejército colombiano una vez que la liberación de los rehenes se había producido, precisando también no haber pagado ningún rescate por ellos.
Una misión de Francia, Suiza y España de mediación con las FARC en favor de los rehenes se encontraba en el sur de Colombia en el momento en que se produjo la liberación de éstos.