LONDRES (AP). Tras la breve guerra de Rusia contra Georgia, Estados Unidos y sus aliados de la OTAN enfrentan interrogantes acerca de una de los cimientos de la alianza militar, la promesa de que un ataque no provocado contra uno de sus miembros sería tratado como un ataque contra todos.
Aunque Georgia no integra la Organización del Tratado del Atlántico Norte, trata de impulsar su ingreso en la alianza, a pesar de la vigorosa oposición de Rusia.
La incursión rusa en Georgia, luego que ésta invadió su provincia separatista de Osetia del Sur, donde había tropas del cuerpo de paz de Rusia, plantea interrogantes acerca de los nuevos estados miembros de la OTAN. Eso incluye los tres países del mar Báltico: Estonia, Letonia y Lituania, que formaron parte de la Unión Soviética antes de su colapso en 1991. La pregunta que muchos miembros de la OTAN se formulan es cómo responderá la organización si Rusia decide invadir algún territorio que perteneció previamente a la Unión Soviética.
Esos temas forman parte de las discusiones en la reunión en Londres de los ministros de Defensa de la OTAN. Hay división entre esos funcionarios sobre la manera de lidiar con Rusia y cómo proceder con las reformas militares de la alianza.
No se espera la adopción de decisiones firmes. El tema será ulteriormente considerado por los ministros de relaciones exteriores de la OTAN en diciembre.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, quien fue especialista en asuntos soviéticos durante su carrera en la CIA, dijo el jueves que si bien la crisis en Georgia ha causado preocupación en la OTAN, él no cree que la alianza deberá enfrentar una guerra con Rusia.
Gates, en declaraciones previas a la reunión de la OTAN, dijo que existe una aguda discrepancia sobre lo que significa la lucha entre Rusia y Georgia para la organización, y sus relaciones con Moscú.
"Creo que tenemos que actuar con cierta cautela pues existe claramente una vasta gama de puntos de vista sobre cómo responder", dijo. La división es entre países miembros del este de Europa, y aquellos de Europa occidental.
Alemania y otras naciones de Europa occidental intentan bloquear ulteriores esfuerzos de Estados Unidos para impulsar la incorporación de Georgia a la OTAN, aunque temen dar la apariencia de que están cediendo ante Rusia en ese tópico.