BOGOTA (AP). Un niña de 10 años se reencontró el lunes con su familia en medio de la algarabía tras ser liberada después de haber estado más de dos semanas secuestrada.
"Yo estoy muy feliz aquí de estar con mis papás", dijo la niña al llegar a su casa. "Estuve muy triste, pero a la vez tenía mucha fe en Dios ... (le) rezaba a Dios para estar aquí", agregó tranquila ante un tumulto de periodistas al frente de la residencia.
Sólo agregó que los secuestradores nunca le dijeron nada.
"Ahora sí estoy feliz", dijo Jorge Muñoz, el padre de la niña cuando la recibió.
Vestida con un pantalón azul claro, camiseta también azul y su pelo negro arreglado con un cinta en un moño, la chica se abrazó con su padre, quien la cargó rumbo al interior de la casa en medio de aplausos y vivas de la población arremolinada.
Nohora Valentina Muñoz Gutiérrez, la menor de las dos hijas de Muñoz, alcalde de Fortul, en el departamento de Arauca, a unos 280 kilómetros al noreste de Bogotá, fue secuestrada en esa población por desconocidos el 29 de septiembre cuando se dirigía al colegio con su madre, Pilar Gutiérrez.
Los plagiarios se llevaron a ambas en un taxi y a las afueras de Fortul dejaron a la madre, para llevarse sólo a la niña, que estudia el quinto grado. La Policía Antisecuestro dijo que al menos tres hombres interceptaron a la madre y a la niña en su camino al colegio.
Minutos antes del reencuentro de la niña con sus parientes, Adolfo Beteta, delegado del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), quien estuvo al frente del operativo de entrega, indicó vía telefónica que la menor les fue entregada sobre las 5.00 de la tarde (2200GMT) en una zona de Arauca, aunque los detalles al respecto estaban bajo reserva debido a que se trató de una misión humanitaria.
Dijo que en el operativo participaron dos delegados y una enfermera.
No hizo comentarios sobre los autores del plagio y sólo confirmó que la niña se encontraba bien de salud.
En un comunicado, el CICR agregó que la participación del Comité "fue solicitada por la familia de la niña y por los actores armados que la tenían en su poder", pero no dio detalles sobre cuál grupo tenía a Nohora.
Aunque las autoridades judiciales no han dicho quiénes tenían cautiva a la niña ni las razones del secuestro, jefes militares insistieron en que el plagio fue obra de miembros del frente 38 de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), ya que tienen la mayor presencia en esa zona del país, fronteriza con Venezuela.
El general Jaime Reyes, comandante de la XVIII Brigada del Ejército, con sede en Arauca, dijo que según los datos que manejaban, la niña fue entregada al CICR en una zona rural del municipio de Arauquita, en Arauca, a unos 390 kilómetros al noreste de Bogotá y sobre la frontera con Venezuela.
Aunque las autoridades habían ofrecido una recompensa de 100 millones de pesos (unos 52.500 dólares), el oficial dijo que no hubo pago ninguno.
Otro frente de las FARC, el 10mo, negó la semana pasada en un comunicado la autoría del plagio. Lo mismo hizo hace varios días el rebelde Ejército de Liberación Nacional (ELN), que también tiene presencia en aquella región fronteriza.
La liberación fue anunciada primero por el presidente Juan Manuel Santos en un mensaje en su cuenta de Twitter.
"Celebramos la liberación de Nohora Valentina", dijo Santos y agradeció las gestiones del CICR.
El secuestro de Nohora Valentina había despertado la solidaridad nacional y los habitantes de Fortul hicieron constantes marchas para exigir su liberación. Incluso, el papa Benedicto XVI había orado por la liberación de la menor.