Beirut (EFE). Al menos ocho personas resultaron heridas por nuevos choques en la localidad libanesa de Trípoli, en el norte del país, tras unas horas de relativa calma, informó la Agencia Nacional de Noticias libanesa (ANN).
La tranquilidad se vio interrumpida cuando se renovaron los intercambios de disparos entre francotiradores partidarios y adversarios del presidente sirio, Bachar al Asad, que siguen combatiendo en la ciudad.
Las ocho víctimas de hoy se unen a los 22 muertos y 214 heridos registrados durante los enfrentamientos de la última semana entre ambos bandos.
El Ejército libanés ha instalado controles para devolver la estabilidad a la ciudad y ha respondido en algunas ocasiones a los disparos de los francotiradores cuando estos iban dirigidos a la población civil, según la ANN.
El ministro saliente de Justicia libanés, Salim Yreisati, instó hoy a los combatientes a no utilizar niños en los enfrentamientos, ya que esa "acción criminal atenta contra el Líbano y está castigada por la ley".
Ayer, las televisiones mostraron a un combatiente enseñando a una menor a utilizar una ametralladora con la que luego disparó.
Los enfrentamientos comenzaron el pasado 19 de mayo entre residentes de los barrios rivales de Bab el Tebaneh, de mayoría suní, y de Yabal Mohsen, de predominio alauí, secta la secta chií a la que pertenece Al Asad.
El inicio de los choques coincidió con el lanzamiento de una ofensiva por el régimen sirio, apoyado por el grupo chií libanés Hizbulá, contra la ciudad siria de Al Quseir, próxima a la frontera con el Líbano.
Además, cuatro obuses cayeron hoy en la región libanesa de Hermel (norte) tras ser disparados desde el lado sirio de la frontera, lo que solo causó daños materiales, informaron medios locales.
FUENTE: Agencia EFE




