La presidenta de Corea del Sur pidió el lunes la reanudación de las reuniones de familias separadas por la guerra y expresó sus esperanzas de que el programa humanitario mejore los abrumados lazos entre los dos países.
La exhortación tiene lugar en medio de tensiones en la península coreana después de la encendida retórica de Pyongyang y de las amenazas de ataques nucleares de inicios del año pasado. Las dos Coreas tenían previsto sostener reuniones de familias en septiembre por primera vez en tres años pero Pyongyang las suspendió a última hora.
La presidenta surcoreana Park Geun-hye manifestó el lunes en una conferencia de prensa televisada que desea que las reuniones se realicen con ocasión del día del año nuevo lunar a fines de este mes para "curar sus corazones dañados".
La mandataria agregó que espera que los dos países desarrollen mejores relaciones con las reuniones y que su gobierno planea ampliar los intercambios civiles con Corea del Norte y aprobar envíos de más asistencia humanitaria a Corea del Norte.
Millones de personas están separadas desde el armisticio que puso fin a la Guerra de Corea, que duró de 1950 a 1953, pero que nunca llevó a un tratado de paz. Las reuniones son muy emotivas porque la mayoría de los participantes tienen 70 años o más y desean ver a sus familiares antes de morir. Las dos Coreas prohíben a los ciudadanos de a pie enviarse cartas, hacer llamadas telefónicas o enviar mensajes electrónicos al otro país.
El líder norcoreano Kim Jong Un pidió la semana pasada mejores lazos con Corea del Sur en su discurso por Año Nuevo, que también incluyó una advertencia de guerra nuclear. Funcionarios surcoreanos respondieron diciendo que Corea del Norte debe dar primero pasos para desarmarse y cuestionó la sinceridad del gesto de Kim.
Corea del Norte hizo gestos igualmente conciliatorios en su mensaje por Año Nuevo el año pasado antes de realizar su tercera prueba nuclear en febrero y lanzar un torrente de amenazas de ataques nucleares contra Seúl y Washington en la primavera.
Park dijo que Corea del Norte debe actuar con sinceridad. "El año pasado, Corea del Norte habló de mejorar las relaciones en su mensaje de Año Nuevo, pero sabemos lo que hizo en realidad", dijo.
Yoo Ho-Yeol, profesor de Estudios Coreanos en la Universidad Coreana en Corea del Sur, dijo que las reuniones familiares son una "prueba" de una posible mejoría de relaciones entre los dos países, explicando que si las reuniones se concretan pueden llevar a la reanudación de otros proyectos de cooperación bilateral.
Las preocupaciones sobre Corea del Norte se han profundizado desde la ejecución de Jang Song Thaek, influyente tío del líder norcoreano, bajo cargos de traición el mes pasado. Funcionarios surcoreanos dijeron que Pyongyang puede lanzar una provocación para crear tensión y fortalecer la unidad interna.
La presidenta Park dijo que Corea del Norte se ha vuelto "más impredecible" tras la ejecución de Jang y que Corea del Sur estudiará y se preparará para cualquier problema. Park reiteró su postura de que está dispuesta a reunirse con Kim en cualquier momento para promover la paz en la península, pero que las conversaciones deben tener un objetivo claro.