El presidente Nicolás Maduro tiene un nuevo villano a quien culpar en su campaña por reducir el alto índice delictivo del país, las telenovelas, a las que acusa de trasmitir "antivalores" a la gente joven al resaltar la violencia, las armas y las drogas.
Estas críticas siguen a las que hizo Maduro a los videojuegos violentos y a la película "Spider-Man".
El lunes por la noche, el vicepresidente Jorge Arreaza se reunió con operadores de televisión de señal abierta y de pago para revisar la programación del horario de mayor audiencia y les advirtió que pudieran estar infringiendo una ley de 2004 que obliga a transmitir programas "socialmente responsables". Las dos partes se reunirán de nuevo en una semana con el objetivo de redactar un acuerdo para cumplir esas obligaciones.
No está claro si el gobierno tomará medidas para restringir programas o imponer normas más estrictas a las telenovelas, que son ampliamente populares.
Analistas dicen que es poco probable que esta presión reduzca el índice de homicidios de Venezuela, que la ONU coloca en el quinto lugar a nivel mundial, y advierten que la campaña de Maduro pudiera usarse como excusa para acallar todavía más las críticas de los medios al gobierno.
"Es una cortina de humo para distraer la atención de las causas reales" de la violencia y la delincuencia, dijo Roberto Briceño León, del Observatorio Venezolano de Violencia, que calcula que el índice de homicidios de Venezuela se ha multiplicado por cuatro en 15 años de gobierno socialista.
La presión sobre el gobierno para combatir la delincuencia aumentó significativamente este mes tras el asesinato de la ex Miss Venezuela Mónica Spear y su ex esposo a manos de ladrones, hechos que ocurrieron a la vista de la hija de 5 años de los dos.
El doble asesinato estremeció incluso a los venezolanos endurecidos por el derramamiento de sangre rampante en el país y ha puesto al gobierno a la defensiva sobre un tema que según las encuestas es la mayor preocupación entre los electores.
En un discurso a la nación la semana pasada, Maduro criticó la popular telenovela "De todas maneras Rosa", producida por Venevisión.
El presidente acusó a la mayor empresa de televisión del país de sacar provecho de la violencia al destacar los delitos de una de los protagonistas, Andreina Vallejo, una ex reina de bella sicópata que envenena a su madre para ocultar la paternidad de su hijo.
"Mamá, todo el mundo sabe que la relación entre los padres y los hijos es completamente accidental", dice Vallejo sonriente mientras su madre se ahoga en los brazos de su hija.
Alberto Barrera Tyszka, creador de varias telenovelas, dijo que la televisión se limita a reflejar los niveles alarmantes de violencia en la sociedad y que ya está estrictamente regulada para que los menores no puedan ver programas considerados inapropiados. Barrera dijo que Maduro debe centrar su atención en las causas de la delincuencia.
"Es ridículo culpar de la violencia a lo que se ve una o dos horas por la noche en la televisión", dijo Barrera, quien escribió la biografía del predecesor y mentor de Maduro, el fallecido presidente Hugo Chávez.
Briceño León, cuyo grupo le sigue la pista al nivel de violencia en Venezuela, culpó del derramamiento de sangre a la proliferación de armas ilegales, entre 9 y 15 millones, según el propio gobierno, así como la impunidad de que disfrutan los delincuentes. Agregó que el gobierno ha descuidado la seguridad y hasta hace poco la consideraba una preocupación sólo para sus enemigos políticos entre las clases altas.
Su grupo calcula que el año pasado hubo más de 24.000 asesinatos en el país, lo que eleva el índice de homicidios a 79 por cada 100.000 habitantes.
El gobierno disputa esas cifras pero ha bloqueado en años recientes el acceso a las estadísticas oficiales sobre la delincuencia. Funcionarios dicen que el índice del año pasado fue de 39 por cada 100.000 habitantes, el mayor de Sudamérica y ocho veces el de Estados Unidos.
En un reflejo del alto nivel de impunidad, el sistema de justicia penal venezolano quedó en el último lugar del mundo en un estudio publicado recientemente por el Proyecto Justicia Mundial, una organización con sede en Washington.
Es posible que Maduro piense que culpar a la televisión es una estrategia política efectiva al centrar la atención en el resquebrajamiento de los valores sociales y familiares, un problema más amplio que puede involucrar a todos los políticos, sin importar su afiliación partidista, dijo Briceño León.
Barrera Tyszka, el creador de telenovelas, dijo que la campaña del presidente también fortalece el control del gobierno sobre los medios, otra herramienta para presionar a los canales cuya cobertura noticiosa critica con frecuencia, alegando una confabulación derechista para tratar de desestabilizar al país. La autocensura en los medios es ya elevada después que durante varios años el gobierno ha impuesto multas multimillonarias e incluso ha sacado del aire canales por supuesta cobertura noticiosa parcializada.
"En las telenovelas venezolanas casi no se ven armas", dijo. "Hay muchas cosas que no se muestran por temor a las multas".