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La necesidad de emigrar pende sobre pareja lesbiana que quiere compartir maternidad

Giniveth Soto, una psicóloga de 31 años, quiere que el bebé que tendrá su esposa, a la que le fue implantado un óvulo suyo fecundado artificialmente, sea reconocido como hijo de ambas, pero si no prospera un cambio en las leyes venezolanas que lo permita, está dispuesta a emigrar.

Soto es una de las activistas de la sexodiversidad en Venezuela que este viernes acudió a la Asamblea Nacional para presentar una propuesta de matrimonio igualitario vía una reforma al código civil para que el matrimonio sea enunciado como la unión de dos personas sin distinción de sexo.

La joven se casó en junio de 2013 en Argentina, donde el matrimonio entre personas del mismo sexo es legal. A su regreso a Venezuela, ella aportó un óvulo para que fuera inseminado artificialmente y colocado en el vientre de su esposa a fin de crear un vínculo mayor entre ambas y el bebé.

"Analizamos la opción del autoexilio, pensamos irnos a Argentina a tenerlo si aquí no se legaliza nuestro matrimonio. Queremos que tenga el apellido de ambas", explica a la AFP.

Ante la ausencia del matrimonio igualitario y de regulaciones a la maternidad asistida en Venezuela, la única que sería reconocida como madre de su hijo sería su pareja porque es la que llevará el embarazo a término.

Si bien en la iniciativa no se propone la adopción por parejas del mismo sexo, sí se busca que se reconozcan derechos de "copaternidad" en caso de que unos de los miembros de la pareja tenga hijos.

El escenario de dejar su país le causa "mucha tristeza" porque ya conoce la lejanía. "Viví dos años fuera de Venezuela y no fueron los mejores. Por muy bien que se viva, nunca dejas de ser un extranjera. Y lamentaríamos irnos, las dos tenemos un muy buen trabajo, propiedades", añadió.

Soto, quien años atrás fue empleada en la Asamblea Nacional, hace votos para que este año finalmente haya espacio en la agenda legislativa para discutir el matrimonio igualitario.

"Hace dos años, por una causa u otra siempre fue aplazado. Luego vino la enfermedad (del expresidente) Hugo Chávez y se dejó el tema. Más que un rechazo o una corriente homofóbica, pienso que se considera que no es un asunto que deba ser resuelto en lo inmediato. Pero ya es tiempo", comentó.