Solo un reducido grupo de mujeres en el ejército desean participan en combate, pero las pocas que así se inclinan quieren cometidos que las sitúen en el centro de la batalla, según los resultados preliminares de su sondeo entre casi 170.000 uniformadas.
Este sondeo y otros en el ejército, difundidos por primera vez por The Associated Press, indicaron además que los soldados de ambos géneros están nerviosos ante la posibilidad de que las mujeres participen en combate pero insisten que están decididos a actuar con equidad. Los hombres temen perder sus empleos ante las mujeres; las mujeres temen que serán vistas como asignadas a posiciones de combate debido a su género y no a sus merecimientos. Ambos grupos insisten que el ejército no debe ablandar sus normas para acomodar a las mujeres.
Menos del 8% de las mujeres del ejército que respondieron al sondeo dijeron que desean combatir. De ellas, la mayoría dijeron que desearían ser un Night Stalker, miembro de un grupo especial de tripulantes de helicópteros que transportaron a los comandos Navy SEALS a la residencia de Osama bin Laden en el 2011.
El año pasado, los mandos del Pentágono firmaron una orden indicando que las mujeres deben tener las mismas oportunidades que los hombres en combate, y las fuerzas armadas han actualizado las normas físicas, entrenamiento, enseñanza y otros programas para los miles de empleos que deben ser abiertos el primero de enero del 2016. Los servicios deben abrir lo más posible esos puestos a las mujeres, y si deciden vetar algunos, deben explicar por qué.
El ejército sostiene que unos 200.000 de sus 1,1 millones de puestos de trabajo son de combate directo o encomiendas relacionadas como artillería de campaña, ingenieros de combate y otros. Ello equivale al 20% de la fuerza militar, aunque la tropa de choque de primera línea es solamente casi la mitad, el 9%.
El año pasado el ejército envió cuestionarios por correo electrónico a sus miembros en activo, reserva y la Guardia Nacional para calibrar su opinión sobre la incorporación de las mujeres a puestos de combate. Solamente 2.238 — el 7,5% — de las 30.000 que respondieron dijeron que desearían un puesto en infantería, tanques, artillería e ingenieros de combate.
Los mandos del ejército sondearon además a hombres y mujeres sobre la integración. Y preguntaron a los mandos femeninos si habrían elegido una misión de combate de haber tenido esa oportunidad 10 o 20 años antes.
Todas concordaron que las normas físicas para esos puestos deberían seguir siendo las mismas.
FUENTE: AP