Un fiscal ha calificado a Joyce Hardin Garrard de haber sido una "sargento infernal", una mujer tan mala que hizo correr a su nieta de nueve años hasta que colapsó y falleció, todo como castigo por mentir sobre un chocolate.
En el tribunal, la mujer de 59 años —rolliza y con el cabello recogido en cola de caballo— parece una abuela común y corriente, excepto por el uniforme de presa y los grilletes. Sus abogados alegan que la nieta de Garrard, a quien dicen que adoraba, murió de problemas médicos, no por culpa de Garrard.
Los jurados comenzarán a revisar las diferentes versiones y conclusiones médicas esta semana, cuando comienza el juicio de Garrard por la muerte hace tres años de Savannah Hardin, una niña rubia conocida por su sonrisa enorme y el amor por la lectura.
Si es condenada por asesinato, Garrard pudiera convertirse en una más del puñado de mujeres que esperan ser ejecutadas en Alabama.
El juicio a Garrard sigue a repetidas demoras y años de maniobras jurídicas por parte de los fiscales y la defensa, en su mayoría sin reacción del público debido a una orden mordaza impuesta a los abogados, testigos y otros por el juez Billy Ogletree del Tribunal de Circuito del Condado Etowah.
Las preguntas preliminares para la selección del jurado concluyeron la semana pasada y se espera que esta semana se seleccione el jurado definitivo, a lo que seguirán los planteamientos iniciales.
La madrastra de la niña, Jessica Mae Hardin, está acusada de asesinato y espera un juicio separado por supuestamente observar mientras Garrard hacía correr a la menor durante horas y horas. No se sabe si Hardin declarará, pero los fiscales la han citado judicialmente como testigo potencial.
El estado también ha citado judicialmente a Robert Hardin, padre de Savannah e hijo de Joyce Garrard, y al esposo de Garrard, Johnny Garrard.
Robert Hardin presentó una demanda por negligencia el año pasado en que dice que la muerte de su hija se debió a errores cometidos por el Centro Médico Regional Gadsden, donde la niña fue trasladada inmediatamente tras colapsar frente a la casa de la familia en un terrero rural en el condado de Etowah.
Las alegaciones de la demanda de Hardin —que el personal médico no trató debidamente el bajo nivel de sodio de la menor tras colapsar— son similares a los argumentos de la defensa en audiencias antes del juicio, pero los jurados no han escuchado nada de eso y el juez estudia una solicitud del estado que limita los testimonios médicos y pudiera afectar el caso de la defensa.
El caso se centrará en lo que sucedió el 17 de febrero de 2012.
Las autoridades dicen que los rescatistas que respondieron a una llamada de emergencia encontraron a Savannah con convulsiones en la casa móvil de la familia. Su padre, que estaba fuera del país en su trabajo como contratista del Departamento de Estado, se apresuró a regresar y tomó la decisión de desconectarla de los aparatos que la mantenían con vida tras días después que la trasladaron al Hospital Infantil de Alabama en Birmingham.
Los investigadores dijeron que la autopsia mostró que la niña estaba muy deshidratada y con un nivel de sodio extremadamente bajo. Lo compararon con un atleta que corre un maratón sin tomar agua, aunque la defensa ha impugnado las conclusiones de la autopsia.
Los fiscales alegan que Garrard obligó a la niña a correr y a cargar madera durante unas tres horas como castigo por mentir sobre un chocolate. Un autobús escolar grabó en video el momento en que la mujer decía que planeaba obligar a correr a la menor "hasta que no pueda más", dijo el fiscal Marcus Reid a un juez en una audiencia en 2012.
FUENTE: AP