Un tribunal de El Cairo condenó el lunes a un dirigente de la revolución egipcia de 2011 a cinco años de cárcel, en una nueva señal de que las autoridades están resueltas a reprimir el disenso a pesar de las promesas del presidente de poner en libertad a "jóvenes encarcelados por error".
El veredicto en la apelación del conocido activista Alaa Abdel-Fattah redujo una condena de 15 años por organizar una protesta no autorizada y atacar a un policía, pero la defensa y los partidarios del activista protestaron por considerar que debía ser liberado.
La apelación comenzó en octubre con 25 acusados, cinco de los cuales están prófugos. Abdel-Fattah y Ahmed Adel-Rahman fueron condenados a cinco años y el resto a tres.
El juez Hassan Farid también decretó que después de cumplir sus condenas todos queden en libertad vigilada por un período igual y se presenten diariamente a la policía.
La sala estalló tras la lectura del fallo, con algunos gritando: "¡Abajo la opresión!". Familiares y amigos de Abdel-Fattah lloraban y gritaban "¡abajo el régimen militar!", hasta que finalmente la policía ordenó que abandonaran la sala.
Un centenar de parientes, amigos y activistas aguardaron frente a la academia de policía donde se realizó el juicio, esperando ver a sus seres queridos en el camión que los devolvería a la prisión.
El abogado defensor Mohammed Abdel-Aziz calificó el fallo de "excesivo y opresor".
La corte "no tuvo en cuenta las pruebas que demostraban la inocencia de los acusados", aseveró.
Los abogados dijeron que apelarán a la Corte de Casación, el máximo tribunal egipcio.
Abdel-Fattah es un importante bloguero crítico con el gobierno. Los cargos en su contra se derivan en parte de una ley que prohíbe la celebración de protestas en el país sin tener un permiso previo del gobierno, una medida impuesta luego de que los militares derrocasen al presiente islamista Mohammed Morsi en 2013. Activistas y grupos de derechos criticaron la ley por tratarse de una vía para frenar cualquier disidencia.