El gobierno chileno afirmó el miércoles que dispone de recursos para enfrentar el desastre ocasionado por los gigantescos incendios forestales que aún no han sido sofocados en regiones del centro sur del país.
La presidenta Michelle Bachelet, luego de reunirse con varios de sus ministros, aseguró que hay dinero para enfrentar la emergencia y ayudar a los damnificados con una variedad de subsidios.
Su ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, declaró poco después a radio ADN que " es pronto para saber el impacto macroeconómico de esto, pero sin duda vamos a tener ciertos efectos que vamos a amortiguar con las distintas líneas de ayuda ". Añadió que "tenemos recursos de sobra para atacar la dimensión de este problema".
El gobierno intenta calmar temores y despejar interrogantes sobre el impacto y la capacidad para responder al que ha sido considerado como el peor desastre forestal en la historia del país. Los incendios, que comenzaron el 15 de enero, han arrasado hasta el momento 366.000 hectáreas de bosques y al menos 11 personas han muerto.
Mientras tanto, seguían las labores de millares de brigadistas, bomberos y de los pobladores afectados para sofocar los incendios, ayudados por aviones cisternas de Estados Unidos, Rusia y Brasil.
Centenares de pobladores se amanecieron el miércoles en las cercanías de la comuna de Navidad, 157 kilómetros al sur de Santiago, para evitar que las llamas alcancen sus viviendas, mientras unos pocos se auto imponen un virtual estado de sitio con toque de queda incluido para cuidar lo poco que salvaron de las llamas o lo que les han donado.
Una persona que se identificó como Juan aseguró a radio Cooperativa que en su poblado persiguieron a un individuo que se acercaba a una vivienda sin luz. "Salieron con una camioneta persiguiendo al tipo (sujeto), con una escopeta que tenían". Otro añadió que se impusieron un toque de queda a las 22.00 horas.
El general Javier Iturriaga, jefe de la zona de catástrofe en la Región del Maule, señaló que se enteraron de la situación y "nosotros junto con patrullar, vamos a coordinar esto".
Las labores del miércoles empezaron con el lanzamiento combinado de 115.000 litros de agua lanzados por un súper avión cisterna estadounidense y el tanquero ruso Ylyushion sobre áreas de la comuna de Navidad, cercana a Santiago, en donde la madrugada del miércoles fueron arrasadas por el fuego 16 viviendas y una capilla.
Sergio Zarzar, alcalde de Chillán —400 kilómetros al sur de la capital chilena— explicó que una localidad afectada en su comuna mantiene focos encendidos que amenazaban con cruzar un río y acercarse a zonas urbanas. Esta situación se repite en decenas de localidades del centro sur chileno.
De acuerdo con el gobierno chileno, hay 1.049 albergados, 3.810 damnificados y 1.103 viviendas destruidas. Las cifras son preliminares porque centenares de personas prefieren quedarse junto a los restos de sus casas o con familiares. El alcalde Zarzar dijo que un número indeterminado de personas vive entre cerros, en bosques y quebradas.
"A veces no sabemos ni siquiera nosotros que hay gente entre los cerros", señaló.
FUENTE: AP