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“Ustedes son buenas personas”, agradece Navalny en Alemania

El líder opositor ruso Alexei Navalny , quien se encuentra en Alemania recuperándose de lo que las autoridades de ese país determinaron que fue un envenenamiento por un agente neurotóxico, agradeció a los pilotos y paramédicos rusos por actuar rápidamente después de que él cayera enfermo durante un vuelo desde Siberia.

Navalny, quien colapsó en un vuelo a Moscú el 20 de agosto y pasó casi tres semanas en coma, dijo el viernes en una publicación en su cuenta de Instagram que los pilotos “aterrizaron rápidamente el avión en Omsk” y que los paramédicos en el aeropuerto le “inyectaron una dosis de atropina”, reconociendo inmediatamente “una intoxicación grave”.

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“Gracias, desconocidos amigos de buen corazón. Son buenas personas”, escribió el político de 44 años bajo una foto de él abrazando a su esposa Yulia.

Después de 48 horas en un hospital en Omsk, donde los médicos rusos dijeron que no encontraron rastros de envenenamiento, Navalny fue trasladado al hospital Charite en Berlín. Los expertos en armas químicas alemanas determinaron que fue envenenado con el agente neutoróxico de la era soviética Novichok, un hallazgo corroborado por laboratorios en Francia y Suecia.

Navalny, un viejo enemigo del presidente ruso Vladimir Putin , fue dado de alta del hospital a principios de esta semana. El hospital Charite dijo que, basándose en el progreso de Navalny, los médicos creen que “es posible una recuperación completa”.

Las autoridades rusas se han resistido a la presión internacional para iniciar una investigación penal, alegando que no se hallaron rastros de sustancias venenosas en el sistema de Navalny y han exigido que Alemania, Francia y Suecia compartan sus hallazgos.

En su texto de Instagram del viernes, el político dijo que “una serie de felices coincidencias y acciones tajantes” de pilotos y paramédicos sabotearon lo que Navalny dijo creer que podría haber sido “el plan de los asesinos”.

“Se suponía que me enfermaría 20 minutos después del despegue, y que en otros 15 minutos perdería el conocimiento. Daban por garantizado que no habría acceso a ayuda médica y que en otra hora seguiría viajando en una bolsa de plástico negra en la última fila de asientos, asustando a todos los pasajeros que fueran al baño”, escribió el político.

“Todo lo que sucedió a continuación fue muy dramático y merece una historia aparte, pero no habría habido nada que contar si no fuera por estos muchachos”.

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