El eclecticismo y la calidad musical de grupos como Florence + The Machine, Mumford and Sons y Alabama Shakes y solistas como Brandon Flowers y Noel Gallaguer elevaron el listón en la última jornada del Festival Lollapalooza Chile 2016, preocupantemente bajo el primer día.
Descalza, envuelta en un vaporoso vestido azul cielo y agitando su larga cabellera pelirroja, la británica Florence Welch al frente de su banda Florence + The Machine, fue la encargada de cerrar esta cita musical que congregó a 140.000 personas con un recital en el que recreó un universo onírico frágil y a la vez salvaje.
Como una suerte de femenina divinidad musical, la líder de la banda nacida en 2009 en Londres acompañó con sensuales danzas la interpretación de los éxitos "Shake It Out", "No Light, No Light", "You've Got the Love" y "Ship to Wreck".
A veces sutil y delicada, a veces enérgica y estimulante, Florence Welch presentó temas de su tercer y más reciente trabajo, como "How Big, How Blue, How Beautiful", que da título al álbum y hasta se dio el tiempo de interpretar "All you need Is Love", de The Beatles.
Horas antes, Brandon Flowers, que en 2010 inició su propia carrera sin abandonar a The Killers, regresaba a los escenarios chilenos, donde ya había actuado en cuatro ocasiones, pero siempre con la banda de Las Vegas.
Tras dos discos de estudio por su cuenta, "Flamingo" (2010) y "The Desired Effect" (2015), Flowers demostró que es capaz de desenvolverse con soltura cuando se presenta en solitario.
Y aunque el año pasado apenas hizo siete shows con The Killers, sabe que el éxito está asegurado cuando reposta en la nave nodriza.
Por eso, junto a "Can't Deny My Love", "Lonely Town", "Crossfire" y "Still Want You", el de Nevada recurrió a los éxitos más conocidos del grupo para abrir el show ("Human"), para intensificarlo ("Read My Mind") y para cerrarlo ("Mr. Brightside").
Cuando decenas de chicas brincaban sobre los hombros de sus fornidos acompañantes, nadie se acordó de que a dos semanas del festival, Brandon Flowers reemplazó al rapero Snoop Dogg, que canceló su participación sin dar explicaciones.
Así como hicieron Robert Plant y Jack White el año pasado, Noel Gallagher, exguitarrista y líder de Oasis que desde 2010 formó su proyecto como solista, puso este domingo el tono roquero de Lollapalooza con temas como "Everybody's on the Run" o "Lock all the doors", que demuestran la consolidación de su carrera en solitario,
Noel Gallagher's High Flying Birds, su nueva banda que ya ha editado dos discos, ofreció un concierto memorable durante el cual revivió las distorsionadas guitarras de los himnos de Oasis e hizo las delicias de una nostálgica audiencia .
Pocos grupos pueden presumir de haber marcado una época como lo hicieron los de Manchester con temas como "Wonderwall" o "Don't look back in anger".
Y de la nostalgia roquera de Noel Gallagher al presente más electrizante de Mumford & Sons.
Los británicos aterrizaron en Chile con tres discos y un Grammy bajo el brazo para inundar con su folk con vocación pop todo el recinto del Parque O'Higgins.
La banda liderada por el carismático y polifacético Marcus Mumford desató la bestia del Lollapalooza tras soltar "Little lion man", la canción con la que el grupo inició su ascensión meteórica hacia la fama mundial en 2009.
Los sonidos pesados también se hicieron un espacio entre las bandas de electrónica y pop del evento musical ideado por Perry Farrel en 1991.
Con una potente descarga de riffs, el heavy metal de Ghost, y el punk de Bad Religion mandaron a paseo por un rato las flores que adornan de la música alternativa del festival Lollapalooza Chile 2016.
Los suecos Ghost, con su distintivo sintetizador que simula el órgano de una iglesia, aparecieron en uno de los escenarios del Lollapalooza, dando inicio así a la llamada "misa oscura".
Liderados por un sacerdote satánico, el vocalista de la banda conocido como Papa Emeritus III, Gost repasó sus canciones más oscuras, pero también un puñado de melodías de su nuevo disco "Meliora", publicado en 2015.
Durante la calurosa tarde del último día del verano austral, los pioneros del punk, Bad Religion descargaron su eufórica ráfaga de canciones, transformando el Lollapalooza de la música alternativa y melodías discotequeras en un garaje de enfurecidos personajes.
La agrupación formada en 1980 en Los Ángeles demostró que no ha envejecido a pesar del paso del tiempo y de que sus fanáticos no son los punkis de antaño.
Poco después hizo su aparición una de las bandas mas importantes del soul del momento, Alabama Shakes, la agrupación que nació en 2009 y que aterrizó por primera vez en Chile cuatro años después.
La enloquecedora voz y el carisma corporal de Brittany Howard, la cara visible de este cuarteto oriundo de Alabama, recordó la sinceridad y el talento de la indiscutida reina del rock & roll, Janis Joplin.
Las más de diez horas de fiesta de ayer se notaban en el ánimo del público que durante las primeras horas de este domingo yacía desparramado por el césped del recinto mirando las fotos que se habían tomado el día anterior.
Para muchos, el evento es una experiencia social, una excusa para reunirse con amigos y conocer a nuevos compañeros. Los conciertos son la música de fondo de un fin de semana que quedará inmortalizado en la vastedad de las redes sociales.
FUENTE: EFE