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10 años de triunfos y problemas para los albaceas de Jackson

Hace 10 años, el abogado del entretenimiento John Branca y Michael Jackson reanudaron la sociedad que llevó sus riquezas y estatus a nuevas alturas. Ocho días después, Jackson estaba muerto. Pero su papel en la vida de Branca sólo se hizo más prominente.

Branca ha representado a su propio panteón de estrellas, pero consideraba a Jackson el artista más grande de la historia, y lo había guiado por algunos de los momentos más importantes de su carrera, incluyendo el video de “Thriller”, la gira “Bad” y su adquisición del catálogo de canciones de los Beatles.

“Michael y yo en los 80 éramos un tremendo equipo”, dijo Branca, ahora coalbacea de la herencia de Jackson, en una entrevista con The Associated Press desde su oficina en Los Ángeles en la que reflexionó sobre las caóticas repercusiones de la muerte del superastro, la montaña de deudas que dejó, los acuerdos que revalorizaron su nombre, y desafíos como el reciente documental “Leaving Neverland” que amenazó con hundir de nuevo su reputación.

Tras siete años de poco contacto, Jackson volvió a contratar a Branca el 17 de junio del 2009, mientras ensayaba para lo que sería su gira de regreso “This Is It”. Branca se fue de vacaciones a México, donde el 25 de junio recibió una llamada para informarle que el cantante de 50 años había fallecido. Fue entonces, dijo, que “se desató un infierno”.

Mientras volvía a toda prisa a Estados Unidos, Branca instruyó a su personal que buscara en la caja fuerte un testamento que había redactado con Jackson en 2002 que lo nombraba coalbacea junto con el ejecutivo musical John McClain y le dejaba todo a la madre del cantante, a sus hijos y a organizaciones benéficas. Resultó ser el último testamento de Jackson, para sorpresa de Branca y disgusto de gran parte de la familia Jackson, que no recibió parte del dinero ni del control de su legado.

“Fue estimulante y sobrecogedor”, dijo Branca. “Lo recibí de buena manera, en cierto modo era como una reunión. Sabía que podía ayudar, y sabía que John podía ayudar”.

Y sin duda, ayudaron. Jackson dejó casi 500 millones de dólares en deudas y una imagen manchada en sus últimos años. Para finales de 2016, el patrimonio amasó más de 1.300 millones de dólares, según los documentos más recientes disponibles de la corte.

“La herencia ha sido increíblemente bien manejada, los números hablan por sí mismos”, dijo Zack O’Malley Greenburg, un editor senior de medios y entretenimiento para Forbes que ha reportado extensamente sobre el patrimonio. “Prácticamente ha ganado más que cualquier artista vivo desde su muerte”.

Los albaceas lograron tomando medidas como vender la parte de Jackson de los Beatles y otros catálogos de canciones a precios exorbitantes, renegociando un titánico acuerdo discográfico con Sony, lanzando tres álbumes póstumos y creando un par de espectáculos exitosos con el Cirque du Soleil.

Y aunque la tarea no fue fácil, Jackson les dejó una mina de oro de música y baile con la que trabajar.

“Este es el astro del pop más querido de la historia mundial. Así de buenos agentes como podamos ser, no hubiéramos logrado hacer esto por Tommy James y los Shondells”, dijo Branca entre risas.

Branca tuvo la ventaja de poder construir sobre el trabajo que había hecho décadas antes para Jackson, como el catálogo de los Beatles y el acuerdo discográfico con Sony.

“No es un tipo que llega a limpiar las cosas”, dijo Kenneth Abdo, un abogado que ha trabajado con herencias que incluyen la de Prince y que no está involucrado con la de Jackson. “Él fue un arquitecto de esos acuerdos que se convertirían en la sustancia de su patrimonio”.

Pero hubo líos inevitables. Tras el deceso de Jackson, los herederos enfrentaron un aluvión de demandas legales, algunas legítimas, varias ridículas, pero todas a tomarse con seriedad bajo la ley.

“Tuvimos varias demandas de paternidad según las cuales Michael tuvo varios hijos. Hubo una demanda de este señor que dijo que escribió todas las canciones de los discos ‘Thriller’ y ‘Bad’”, dijo Branca.

Mientras los albaceas negociaban con esa ciénaga, empezaron a hacer planes y rápidamente identificaron dos metas: saldar la deuda de Jackson, y restaurar su identidad como músico.

"Teníamos que mostrar al verdadero Michael, el verdadero artista, y no a la sensación de los tabloides”, dijo Branca.

Los videos de los ensayos de la planificada gira de Jackson les dieron la respuesta: “Uno veía al verdadero Michael, al gran artista con el control de su arte, dirigiendo a toda la banda, no sólo a un tipo que llega y se presenta”.

El resultado fue “This Is It”, la película basada en los ensayos que facturó 261,2 millones de dólares en la taquilla mundial, se convirtió en la cinta documental de un concierto más lucrativa de todos los tiempos y demostró que el valor de Jackson se había disparado una vez más.

Branca pensó que ese momento era la mejor oportunidad de lanzar un gran proyecto de Jackson.

“Como resultó”, dijo, “tuvimos muchos buenos momentos en el camino”.

Pero también algunos tropiezos. Tres canciones en el primer álbum póstumo de Jackson despertaron dudas entre los fans de que el astro de hecho era el que las cantaba. Branca asegura que Jackson las cantó, pero dice que no debieron haber incluido grabaciones de inferior calidad que pudieran generar dudas.

“Hicimos todas las diligencias debidas: hablamos con musicólogos, expertos de voz, hablamos con la persona que supuestamente cantó que dijo ‘no, yo no canté’... pero debido a la reacción de los fans a esos tres temas, quizás no lo habríamos hecho de nuevo”.

Una amenaza mucho mayor estaba por venir.

El patrimonio fue atacado en enero cuando Branca y su equipo se enteraron de “Leaving Neverland”, un documental producido por el Canal 4 de Gran Bretaña y HBO que se estrenaría apenas unas semanas después en el Festival de Cine de Sundance.

En el mismo, dos hombres, Wade Robson y James Safechuck, quienes pasaron largos periodos de sus vidas con Jackson de niños y habían dicho cuando el cantante estaba vivo que éste no abusó de ellos, ahora alegaban con gráfico detalle que Jackson abusó sexualmente de ellos en repetidas ocasiones cuando eran menores.

Ambos hombres presentaron demandas en 2013 que fueron desestimadas, pero están apelando y representan una de las trabas legales más grandes que el equipo de Jackson aún enfrenta.

La reacción negativa de los herederos, que calificaron el documental como una repetición de mentiras probadas de hombres que buscan dinero, comenzó el mismo día que la película se anunció y persistió hasta su estreno, e incluyó una demanda contra HBO.

Branca dijo que nunca consideraron abordar esto con mayor discreción.

“Cuando alguien no está diciendo la verdad, la reacción inmediata es contraatacar, porque está mal”, señaló.

El documental llevó a algunas cancelaciones menores de su música en emisoras de radio y otras entidades, pero no llevó a una caída generalizada de su popularidad.

“Tantos de los grandes acuerdos ya se habían hecho, que realmente no importa si hay algunos efectos colaterales”, dijo Greenburg, “y no parece haber tenido un gran efecto de todos modos”.

Branca dijo que el efecto fue muy efímero: “Como una de esas tormentas tropicales. Ya pasó. Michael Jackson está vigente y vive en todas partes del mundo”.

FUENTE: AP

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