La Fundación MarViva hizo un llamado a la población panameña y visitantes a realizar un avistamiento responsable de cetáceos en la Isla Don Bernardo del Archipiélago de Las Perlas.
Magdalena Velázquez de MarViva indicó que las ballenas acuden cada año desde marzo hasta diciembre al litoral pacífico de Panamá, donde hay intercambio genético o para parir y amamantar a sus crías.
Dicha actividad que genera gran interés turístico, puede causarle estrés a los cetáceos, si hacen ruido o no tienen un uso responsable de la basura.
"El avistamiento es un espectáculo increíble y esos mamíferos se quedan hasta noviembre, pero todas las cosas cambian su comportamiento y para octubre ya se están retirando, ya sea por el ruido o la basura”, dijo Velázquez.
En pasadas declaraciones, la gerente de comunicaciones de la fundación ha denunciado malas prácticas de avistamientos como: gente que acerca demasiado los botes para ver mejor las ballenas, pero estas se encuentran con sus crías y es necesario respetar su espacio en el mar.
MarViva estima que por las aguas de Panamá transitan cada año una veintena de especies de cetáceos, de los que las ballenas jorobadas y los delfines son los más comunes y que se hacen especialmente visibles en el Golfo de Chiriquí, el Parque Nacional de Coiba y el Archipiélago La Perlas.