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Dueños de restaurantes piden adelantar reapertura para el 1 de febrero

La Asociación de Restaurantes, Bares y Discotecas de Panamá (Arbyd) pide al Gobierno trabajar en una mesa de implementación urgente con expertos en medicina preventiva o epidemiología, y representantes de los Ministerios de Salud, Comercio y Trabajo, para alcanzar acciones concretas y eficientes que permitan la apertura de locales comerciales el próximo 1 de febrero. 

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Esta solicitud, entre otras, surge luego que más de 300 restaurantes no reabrió sus puertas durante 10 meses de pandemia , de un total de 550 que maneja la Asociación. 

“Al extrapolar esto a los restaurantes que no están en Arbyd , sumaría al menos 3 mil restaurantes que no han vuelto a abrir”, sostuvo Luis Pinedo de la Asociación.

Pinedo indicó que no abrir los restaurantes hasta marzo, como establece el plan de reapertura gradual elaborado por el Gobierno, creará un problema económico y social mayor.

Explicó que la entrega de comida a domicilio representa únicamente el 20% de la facturación, cuando una planilla básica de un restaurante es del 35% mínimo de facturación. “La entrega a domicilio es solo para subsistir”, mencionó. 

“Los dueños de restaurantes hemos dado propuesta al Ejecutivo desde el primer día de la pandemia y algunas han sido aceptadas, como la de los impuestos, y la del crédito fiscal que está siendo analizada; por eso creemos que no debemos llegar al límite como Italia donde los dueños de restaurantes van a abrir todos a la vez pese a la situación sanitaria y las medidas establecidas por su Gobierno”, manifestó Pinedo.

Pidió diferenciar la reapertura y la reactivación económica. “Si el presupuesto del Estado recorta dinero a la promoción turística automáticamente quita la oportunidad de reaperturas… la gastronomía es vital en el desarrollo turístico de este país”, señaló. 

El gremio agregó que la mampara no soluciona, sino que genera un gasto, debido a que su instalación, en un restaurante chico de unas 10 mesas, podría costar mil dólares, un gran gasto que harían los dueños de establecimientos, sin estar seguros si al día siguiente de la inversión ordenen otro cierre, por lo que piden la eliminación del requerimiento.