Sara se siente angustiada por el viaje que emprendió Abraham junto a su hijo Isaac, a las tierras de Moria.
Luego de eso, apareció un ternero para el sacrificio y ambos se pusieron muy felices. Luego, Dios lo bendijo y le dijo que viviría lleno de bendiciones, porque obedeció su voz.
Abraham regresa
Abraham regresó a su tierra y Sara, luego de pasar muchos días de angustia, los abrazó y les manifestó su gran amor, abrazó a Isaac y le dijo cuánto lo extrañó.
Isaac ya es un hombre y Sara está débil
Sara le dijo a Isaac que sentía que sus días estaban contados, pero que estaba feliz porque ya era un hombre y estaba segura que encontraría una esposa que amará por siempre.
Sara lo bendijo y luego se desmayó en su hombro.
Sara muere
Sara murió feliz, luego de despedirse de Isaac, de Abraham y de su hermana. Al conocer la noticia, todos se pusieron muy tristes, pero sabían que ella debía partir, Falleció a los 127 años en Quiriat Arbá, la ciudad de Hebrón, en la tierra de Canaán.
Un sepulcro para Sara
Cuando Sara murió, Abraham hizo un negocio ejemplar al comprar un sepulcro para ella. Él realizó las negociaciones abierta y honestamente en presencia de testigos, cuidando sus propias necesidades y las del vendedor.
Le ofrecen la opción de escoger libremente la mejor tumba, pero él se opone y les pide que contacten al dueño de una parcela que incluye la cueva para un sepulcro, para comprarla al “precio total”. Efrón, el dueño, escuchó la solicitud y le ofreció la parcela como un regalo. Esto habría causado que Abraham no tuviera derechos permanentes, así que él cortésmente ofreció pagar el valor del mercado.
El general Bakari está vivo
El general egipcio Bakari, a quien todos creían muerto, se apareció ante Agar, causando su asombro.
Agar le preguntó si se había casado y él le contó que se casó tres veces y tuvo varios hijos; pero le confesó que la sigue amando y que por eso la buscó, a pesar de que sabía que habían pasado muchos años.
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