El marido de la cantante Pink, el expiloto de motocross Carey Hart, siempre ha dado la impresión de que podría encajar perfectamente en el estereotipo de chico duro a cuenta de su antigua profesión, de su gusto por la estética más provocadora y, todo sea dicho, también por alguna que otra declaración polémica que ha realizado sobre su apoyo a las leyes que permiten el uso de armas de fuego en Estados Unidos.
Afortunadamente para muchos, incluidos sus detractores, parte de su ámbito más íntimo -y por tanto de su faceta más dulce- se revelará ahora y en todo su esplendor gracias al documental que ha grabado la estrella del pop, llamado 'All I Know So Far'.
"La verdad es que estoy encantado de contar con la oportunidad de mostrar mi lado más vulnerable, sobre todo en lo que respecta a ser padre, al menos para contrarrestar un poco esa imagen que tengo de loco y salvaje amante de las motos, la de idiota con tatuajes", ha bromeado en estos términos a su paso por el programa vespertino de Ellen DeGeneres. Carey Hart tiene dos retoños con la diva musical, Willow, de 10 años, y Jameson, de cuatro.
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